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Manuel Pinel posa, junto al caballo que remata la cubierta del Ayuntamiento, con la esfera del antiguo reloj que marcaba las horas en la plaza del Carmen.
Manuel, el relojero municipal

Manuel, el relojero municipal

Pinel, técnico en electrónica industrial y «granadino de los pies a la cabeza», asumió las tareas de mantenimiento del reloj del Ayuntamiento en diciembre de 2012

Jorge Pastor

Sábado, 31 de diciembre 2016, 01:40

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Pocos momentos suscitan tanto interés colectivo como ese instante mágico en que suenan las campanadas para dejar atrás un año, con todo lo bueno y todo lo malo, y empezar otro en que nunca faltan los buenos deseos. Manuel Pinel tiene la responsabilidad, que no es poca, de que nada falle en el carrillón del Ayuntamiento. Cientos de personas se arremolinan en la plaza del Carmen para tomar las uvas. El ritual dice que Manuel va todas las mañanas de Nochevieja a revisar el cronógrafo. Comprueba que el minutero y el segundero están ajustados. Después que el sistema de sonido también está a punto. A partir de ahí, tan sólo un fallo inesperado -e improbable- como que se vaya la luz puede evitar que los ciudadanos de Granada tomen de forma gloriosa las doce uvas de la fortuna.

Pinel, técnico en electrónica industrial y «granadino de los pies a la cabeza», asumió las tareas de mantenimiento del reloj del Ayuntamiento en diciembre de 2012. Le cedió el testigo Salvador Marín, cliente de Electrónica Pinel «de toda la vida», en la calle Puentezuelas, y maestro de Manuel en estas lides. «Confiaba en nosotros y además somos del mismo barrio». «El Ayuntamiento procura que todo funcione perfectamente y, de hecho, el año pasado invirtió en unos buenos altavoces que se escuchan en Plaza Nueva, la fuente de las Batallas y la mitad de Recogidas», explica Manuel Pinel.

«Yo estoy superorgulloso de este trabajo porque soy un enamorado de Granada, y por aportar mi granito de arena en un evento tan entrañable y que tiene tanta repercusión en la capital y también en otros sitios gracias a medios de comunicación como IDEAL», dice Manuel.

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