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A juicio por abusar de la mujer de su compañero de piso aprovechando que fue al baño

Al acusado se le pide siete años de cárcel por un delito de abuso sexual con introducción de miembro corporal por vía vaginal y 10.000 euros de indemnización

YENALIA HUERTAS

Sábado, 10 de diciembre 2016, 02:13

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Ocurrió hace casi un año en un piso de la avenida de Cádiz. El acusado, José M. M., compartía esa vivienda con un matrimonio. Los tres habían pasado unas horas distendidas, bebiendo. Pero aquella velada de alcohol y conversaciones acabó con la intervención de la Policía Nacional por un supuesto ataque sexual que será enjuiciado el próximo martes, día 13, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

La víctima de los presuntos abusos sexuales fue María (nombre ficticio), que los habría sufrido mientras que su esposo estaba en el servicio y ella tumbada en la cama. La mujer está representada en el proceso por la abogada Yolanda Solana, letrada de la Asociación de Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en Andalucía (AMUVI). Ejerce la acusación particular contra el acusado, para quien pide siete años de cárcel por un delito de abuso sexual con introducción de miembro corporal por vía vaginal y 10.000 euros de indemnización. También reclama que se no se le permita acercarse a ella durante 10 años. Así consta en su escrito de conclusiones provisionales, en el que sostiene que aquel día, 21 de diciembre, tras haber tomado «todos ellos algunas bebidas alcohólicas», ella se retiró a su dormitorio «por encontrarse mareada al no estar acostumbrada». Fue entonces cuando el procesado «aprovechó que conocía dicha circunstancia y que el marido se encontraba en el servicio» para el presunto ataque sexual.

Los supuestos abusos tuvieron lugar «cuando ella se encontraba adormilada en la cama», donde el acusado le habría bajado los pantalones del pijama y la ropa interior para practicarle sexo oral, «todo ello con ánimo libidinoso y sin consentimiento». En ese momento, entró el marido, «quien sorprendió al procesado abusando de su mujer». María rompió a llorar al descubrir lo ocurrido. El esposo bajó entonces a la calle y paró un vehículo de la Policía Nacional. Los agentes, que pudieron comprobar «el estado de ansiedad» de la mujer, preguntaron al procesado. Les dijo que «solo» le había tocado «los pechos y los muslos». Lo detuvieron enseguida.

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