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«Cari, estas son las empresas que tienes que invitar»

«Cari, estas son las empresas que tienes que invitar»

El correo electrónico que la Udef muestra como prueba del supuesto amaño de las adjudicaciones en el Patronato de la Alhambra

Quico Chirino

Jueves, 8 de diciembre 2016, 02:01

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La Udef ha solicitado al juzgado que investiga la gestión de la Alhambra copia de los correos electrónicos recibidos y remitidos desde las tres cuentas de la anterior cúpula del Patronato: la directora, María del Mar Villafranca; la secretaria general, Victoria Chamorro; y el que fuera jefe de Contabilidad y de Comercialización, José María Visedo. La Policía sospecha que se utilizaba este conducto para gestionar los contratos, intercambiar documentación y negociar presuntamente la adjudicación con «varias mercantiles».

Fue en octubre del año pasado cuando el juez instructor del caso, Antonio Moreno, dio vía libre a que los correos electrónicos oficiales fueran incluidos en la causa. En esa resolución acordó que por parte de la actual dirección del Patronato se facilitara y se entregara al Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Judicial de Granada -encargado de la investigación-, copia de esos 'mails', tanto recibidos como emitidos por los tres cargos. De igual modo, pidió que le fuera entregada «copia de correspondencia oficial, notas interiores en cualquier otro documento que fuera «de interés» para conocer cómo se gestionaba el sistema de contratación del Patronato.

Esta resolución fue recurrida por Visedo. La primera parada de su recurso fue el propio juzgado, que lo estimó en parte y limitó el análisis «a un período máximo de 10 años». Junto a ello, estableció que no se entregasen aquellos cuyo contenido fuese «estrictamente privado» y sin relación con los hechos investigados. La segunda parada fue la Audiencia -el recurso era subsidiariamente de apelación-, que lo ha desestimado.

Vecinos, familiares y compañeros de banda

  • La documentación entregada por la Policía al juez dibuja un grupo de amigos de toda la vida que gestionaban la Alhambra y se repartían parte de los contratos. En el centro de todo, Victoria Chamorro y José María Visedo; la cúpula de la anterior directora del Patronato, María del Mar Villafranca.

  • En este cuadro de relaciones aparecen vecinos, familiares, amigos íntimos y hasta compañeros de banda... de música. Es el caso de Antonio V. G., administrador de una empresa que ha tenido relaciones comerciales con el Patronato y muy próximo a Visedo. Ambos grabaron dos discos con la Granada Blues Band, en los años 1990 y 1992. El empresario tocaba la batería y Visedo era el artista del saxofón. La Policía investiga ahora si los servicios que se contrataron, al menos, se llegaron a prestar.

Así consta en un auto emitido el 3 de septiembre. En él, el tribunal provincial interpreta que la apelación del exjefe de Comercialización ofrece «además de una llamada de atención y recelo a la función policial, cierto interés en dilatar o entorpecer la instrucción mediante continuos recursos». La Audiencia tumba todos sus argumentos, en los que mostraba «cierta desconfianza al menos en la aptitud y formación de los agentes en el análisis del tratamiento informático de esa correspondencia limitada a la contratación». También recuerda que es una opinión generalizada que los mensajes de correo electrónico, una vez descargados, leídos por el destinatario y almacenados en alguna de las bandejas, «dejan de integrarse en el ámbito que sería propio de la inviolabilidad de las comunicaciones».

¿Qué buscan?

La Udef busca en los correos pruebas como la que aportó en octubre de 2015 la trabajadora M. N. R., que tenía acceso directo a la cuenta de Victoria Chamorro, para la que realizaba tareas de secretaria aunque su retribución la abonaron empresas externas al Patronato. Esta empleada entregó a la Policía un e-mail fechado el 5 de julio de 2011, a las 08.10 horas. La empresaria María P. C. escribe a varios directivos del Patronato. Asunto: «Contrato señalización». Presuntamente, expone cómo preparar un contrato negociado sin publicidad. La Policía no pasa desapercibido el tono «cariñoso» con el que se dirige a la jefa del departamento jurídico, Caridad G.: «Os envío la documentación que he preparado para el contrato (.). Cari, también te mando el nombre de las empresas a invitar en su correspondiente archivo». La Policía ha acreditado que, con posterioridad, esta empresaria -a su nombre o al de su mercantil- recibió, al menos, dos contratos, por un importe total de 88.777 euros. Uno de ellos tiene «relación directa con el contrato de señalización al que se hacía referencia en el correo aportado». Sin embargo, fuentes de los investigados aseguran que esta empresaria no concurrió al contrato que alude el correo.

Sobre este mismo e-mail también pregunta la Policía a la exjefa de la sección Económica y de Contratación, que compareció voluntariamente el pasado mes de septiembre. Esta segunda trabajadora (H. C.) califica el contenido como una «barbaridad» y tilda de «aberración» que la empresaria sea «quien decida quienes son las empresas a invitar», ante la sospecha de las otras dos sociedades sean «amigas y no presenten competencia real».

Las reuniones

Según el testimonio de M. N. R. el Patronato estaba dirigido «totalmente» por Victoria Chamorro y José María Visedo, «junto a los administradores de varias empresas». Un grupo reducido que la Policía asegura en algunos casos que actuaban de «testaferros». En aquellas reuniones se trazaba supuestamente la estrategia. Visedo era el «cabeza pensante» y Victoria Chamorro quien «realizaba los trámites». En su declaración ante la Policía menciona, en un papel secundario, a otras tres personas del Patronato -que «también asistían puntualmente» a esos encuentros- y a cuatro empresarios. Según su testimonio, el «último y único objetivo de las reuniones era crear estudios y necesidades ficticias para repartirse contratos y el presupuesto de la Alhambra. (.) Se observa cómo gestionaban entre ellos los contratos, los responsables de las empresas amigas se hacían ellos mismos los pliegos que iban a licitarse y se sabía de antemano que les iban a ser adjudicados».

Para evitar que concurriesen otras sociedades ajenas a este círculo, se dividían presuntamente en contratos menores y se adjudicaban por el procedimiento negociado sin publicidad: «Invitaban a tres empresas amigas, dos de ellas renunciaban y se le adjudicaba a la tercera». Un procedimiento con el que, según la Udef, se pretendía «enmascarar la legalidad».

La Policía sospecha que, en realidad, los dirigentes del Patronato investigados eran los «verdaderos administradores de las empresas adjudicatarias» y los responsables de las mercantiles «simples testaferros cualificados». Se apoya en las relaciones que existían entre unos y otros y que, en el caso de Visedo, se extendía a su pareja sentimental, administradora de una de las principales sociedades beneficiadas. En uno de los oficios entregados al juez, la Udef concluye que existen indicios de que entre los directivos del Patronato y varias mercantiles se formó una «verdadera organización criminal».

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