Maristas: 200 años y sumando

Un 28 de octubre de 1816, un joven sacerdote francés llamado Marcelino Champagnat encuentra a un adolescente moribundo, de nombre Montagne. Marcelino acompaña al joven en las horas previas de su muerte. Descubre que Montagne no posee la mínima formación humana ni religiosa, viviendo en la más absoluta ignorancia cultural y cristiana.

Este encuentro cambia la vida de Marcelino, que decide, desde ese instante, crear un grupo de maestros para educar a los jóvenes pobres y abandonados de la montañosa zona donde vive. Así el 2 de enero de 1817 nace la Congregación de los Hermanitos de María (Hermanos Maristas).

Hoy, 200 años después, la obra Marista se extiende por todo el mundo (más de 80 países), manteniendo su compromiso original por los jóvenes y niños más desfavorecidos y educando para que sus alumnos sean personas comprometidas por mejorar y cambiar el mundo.

Los Maristas están presentes en Granada desde 1931 cuando se fundó el Colegio La Inmaculada. Más de 7.000 alumnos y alumnos terminaron su etapa colegial por las aulas de este centro. La educación recibida ha ayudado para que muchos de sus sueños se realicen.

Su opción educativa se centra en la persona: su realización, el desarrollo de su personalidad, las capacidades que le ayuden a una vida plena y digna, abierta a los demás y a la sociedad, abierta a los más desfavorecidos y descartados.

El colegio desde hace 4 años tiene una obra solidaria Tierra de Todos en el barrio La Chana para la población inmigrante, en especial, la mujer y los niños. Más de 200 personas son acogidas en el proyecto: ludoteca y clases de apoyo para Infantil y Primaria, español para adultos, escuela de verano para niños de 3 a 11 años.

El deporte y la educación en la fe cristiana están muy presentes en la acción educativa de centro. Cientos de alumnos participan. 200 años de historia: miles de hermanos y laicos entregados a la educación, miles y miles de personas que, siendo niños y jóvenes, se han podido beneficiar de la educación y presencia marista. Es, por tanto, una referencia histórica, una efemérides que los maristas van a celebrar con gozo, con todas las personas que, de una forma u otra, están cercanas a la presencia marista en cualquier lugar del mundo. Ahora toca seguir soñando como lo hizo en su momento Marcelino Champagnat ahora será distinto porque la realidad es otra.