Edición

Borrar
Imagen de archivo de la Azucarera de San Isidro, en el barrio de La Bobadilla.
La Junta impone una multa de más de 120.000 euros por obras sin licencia en la Azucarera

La Junta impone una multa de más de 120.000 euros por obras sin licencia en la Azucarera

Una llamada alertó de que se estaba haciendo una demolición en el complejo industrial, que está catalogado

M. V. Cobo

Sábado, 8 de octubre 2016, 02:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El complejo de la Azucarera de San Isidro, en el barrio de La Bobadilla, cuenta con imponentes edificios y chimeneas. Actualmente se pueden ver por allí las máquinas que ejecutan las obras de la Alta Velocidad a su entrada en Granada. La plataforma por la que -algún día- circularán los trenes, está a pocos metros de los edificios de ladrillo visto. Sin embargo, en el mes de enero de este año, algún ciudadano se percató de que se estaban haciendo obras dentro del recinto, no en las vías del tren. Una llamada alertó a la delegación de Cultura de la Junta, que envió un técnico al lugar. Allí comprobó que se estaban llevando a cabo unos trabajos que no tenían licencia. Aquella intervención que se pilló recién empezada ha generado dos expedientes de sanción que superan los 120.000 euros.

La intervención en la Azucarera se paralizó el pasado 28 de enero, fecha que aparece en la primera resolución, la que dictó el servicio de la delegación de Cultura de la Junta, ratificada posteriormente el 3 de febrero por el servicio de arqueología. También certificaron los trabajos los técnicos del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada.

«Las actuaciones realizadas consisten en la demolición de la losa de hormigón que hacía de pasarela de carga y el corte o seccionamiento de los pisares de apoyo del horno metálico». Así se definen los hechos en el expediente por el que se inicia el procedimiento sancionador. Estas actuaciones se llevaron a cabo «sin haber obtenido la preceptiva autorización» y sin contar con «el título habilitante para ello, sin perjuicio de lo que resulte en la instrucción del procedimiento», resume el informe, del mes de septiembre.

Hay que recordar que el complejo de la Azucarera de San Isidro fue catalogado como Lugar de Interés Industrial, lo que le otorga un alto nivel de protección. Cualquier intervención en esta zona debe contar con permiso de Cultura, además de la licencia municipal.

La infracción urbanística que constataron los expertos municipales y del gobierno andaluz se califica como «muy grave» en el expediente. Así, la propuesta de sanción asciende a 63.000 euros. Esta multa se le impone al propietario del complejo, el Banco Popular Español; así como al promotor de la obra, José Julián Romero. La cuantía de la sanción, por tanto, llega a los 126.000 euros.

Estas cantidades se podrían ver reducidas si los sancionados adoptan medidas. Si la obra fuer calificada como «no legalizable», los responsables de los hechos podrían reponer «la alteración de la realidad», es decir, reconstruir lo demolido. En ese caso, tendrían derecho a que se redujera un 50% la sanción, o a que se les devolviera este porcentaje, en caso de que ya hubieran pagado.

Proyectos fallidos

Si el hecho «constitutivo de una infracción pudiera ser legalizado», la sanción que corresponda se reducirá en un 75%. Cabe recordar que ha habido varios proyectos fallidos para la Azucarera de San Isidro en la última década. Este complejo industrial lo adquirieron un grupo de promotores en el año 2004 por 29,6 millones de euros. Una década después llegaron a reclamar al Ayuntamiento 17 millones de euros en concepto de reclamación patrimonial, por la inversión que han hecho en estos años y porque no pudieron llevar a cabo el proyecto que tenían previsto. Se intentó darle uso hostelero, con restaurantes y bares de copas, y posteriormente también se planteó erigir allí una zona comercial. Incluso se planteó dedicar una de las naves, del 10% que recibiría el Ayuntamiento, para construir un pequeño teatro y acoger locales de ensayo para grupos musicales. Pero ninguna de estas ideas salió adelante.

Los promotores, que no han podido darle ningún uso al complejo industrial, llegaron a proponer al Ayuntamiento en el año 2012, que usara el espacio para hacer allí la estación de tren. La idea fue bien acogida por el entonces alcalde, José Torres Hurtado, aunque tampoco fue factible.

Este complejo industrial se dedicó a la extracción de azúcar de la remolacha y sus derivados desde principios del siglo XX. En su origen, eran dos recintos diferentes, denominadas de San Isidro y San Juan.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios