Edición

Borrar
José Carlos Deneroso, una vida pedaleando

José Carlos Deneroso, una vida pedaleando

«Me hace ilusión que los críos me reconozcan por la calle y digan a sus padres 'ése es el señor del carrusel'»

Jorge Pastor

Viernes, 30 de septiembre 2016, 00:42

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

José Carlos Deneroso no ha ganado ni el Tour de Francia ni la Vuelta Ciclista a España, pero ha hecho más kilómetros a lomos de su bicicleta que Fignon, Induráin y Contador juntos. José Carlos se gana la vida pedaleando, moviendo con su empeño y esfuerzo el tiovivo ecológico que desde hace veinte años gira y gira sin parar en las calles de Granada. Primero, durante cuatro años, en Puerta Real y desde 1999 hasta ahora -ahí es nada- en Bib Rambla, unas veces junto a la fuente de los gigantes y otras, en verano, al resguardo de los imponentes tilos que rodean la plaza. Un trabajo duro y constante que le obliga a cuidarse como los deportistas y tener un estilo de vida muy saludable -José Carlos ni fuma ni bebe-.

José Carlos, comercial de productos cárnicos en su vida anterior, construyó unos 'caballitos' pensando en sus hijos, pero no tardó mucho en darse cuenta de que aquel invento se podía convertir primero en su empresa y, posteriormente, en su 'modus vivendi'. «Primero me lo pidieron para fiestas privadas, después para eventos públicos y no tardé en reparar que podía dedicarme a ello profesionalmente», recuerda José Carlos Deneroso, algecireño de cuna, «como Paco de Lucía», y granadino de adopción desde que aterrizó por estos pagos allá por 1995.

«Este carrusel, por sus características, invita a que los niños sueñen que van de viaje, a bordo de una carreta, sin ruidos, sin humos y sin la parafernalia habitual en este tipo de actividades y que funciona, además, movido por una bici», explica José Carlos, quien agrega que también le contratan desde distintos puntos de España y Portugal. «Además -añade- nos han venido a grabar televisiones de países como Japón, Francia o Estados Unidos, e incluso hemos protagonizado un anuncio y una prueba semanal del programa Gran Hermano».

José Carlos Deneroso, casado, 55 años y con dos hijos -ambos cursaron sus carreras en Granada y ya están trabajando-, tiene anécdotas para escribir un libro, como aquel 'nano' que le pidió al caballito de madera donde iba subido que le acercara a Zaragoza para ver a su primo. «Pero lo que más ilusión me hace -asegura- es que los niños que se montaron hace dieciséis o diecisiete años vengan ahora acompañando a sus hermanos o a sus primos pequeños». «Me sorprende haber creado recuerdos gratos para tanta gente y también me hace mucha ilusión que, cuando te encuentras con los críos por la calle, te reconozcan como el 'señor del carrusel'». José Carlos reivindica una infancia alejada de los móviles. Una infancia que, como sucedía antaño, retome la calle como un espacio para el desarrollo y la creatividad.

Mientras tanto, mientras ese mundo imaginado se endereza poco a poco, José Carlos seguirá pedaleando para vivir. Para mantener su negocio y sus ilusiones. Para seguir vinculado a la Granada más auténtica, «la Granada que lo tiene todo». La de los carruseles a pedales. La que nunca se olvida.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios