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Un informático acusado en el 'Caso Alhambra' asegura que avisó de los fallos en el sistema de reservas

Ha reconocido la vulnerabilidad en el sistema de reservas de entrada en cuanto a la reimpresión y ha admitido además que una entrada podía ser impresa desde cualquier impresora

efe

Martes, 27 de septiembre 2016, 15:46

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El informático Diego G.S., acusado en el caso Alhambra sobre el supuesto fraude en los accesos al monumento, ha declarado hoy ante el tribunal que lo juzga que trasladó al Patronato público que gestiona el recinto que existían fallos en el sistema de reservas que llevaba entonces la entidad financiera BBVA.

El interrogatorio a este procesado ha iniciado esta mañana una nueva sesión de la vista oral en la que también ha arrancado la declaración del grupo de controladores del Patronato acusados en la causa, que sienta en el banquillo a medio centenar de personas.

Fuentes del caso han informado de que el informático ha reconocido la vulnerabilidad en el sistema de reservas de entrada en cuento a la reimpresión y ha admitido además que una entrada podía ser impresa desde cualquier impresora.

Según este acusado, fueron constantes las misivas que hizo al Patronato de la Alhambra para decirle que había que cambiar el programa utilizado y que había fallos en el sistema del BBVA.

Tras su declaración se ha iniciado la de los controladores acusados, seis este mañana, quienes han coincidido en admitir la existencia de un "sistema de compensación" para las entradas en grupo, el mismo al que ya se han referido el resto de procesados que los han precedido en días anteriores en los interrogatorios.

Caos

El referido sistema implicaba al parecer que, cuando con una entrada colectiva no pasaba al monumento el número concreto que ésta fijaba, los visitantes que faltaran se compensaban en otros accesos hasta llegar a su total.

Alguno de ellos también ha expuesto, según las fuentes, el caos que suponía que el formato de la entrada fuera el mismo para las individuales y las de grupo.

Varios de estos controladores han reconocido también que acudieron al restaurante en el que, según la Fiscalía, algunos de los cabecillas del supuesto fraude podrían haber ofrecido favores a trabajadores del Patronato por permitir accesos irregulares, si bien han asegurado que abonaban sus consumiciones.

El juicio, fijado hasta el próximo 22 de diciembre y que continuará mañana con el interrogatorio a más controladores del Patronato, trata de aclarar el supuesto fraude en los accesos al recinto monumental más visitado de España, por el que la Fiscalía pide penas de entre cuatro y nueve años de cárcel.

El relato provisional de la acusación pública recoge que, entre el 2002 y el 2005, algunos de los acusados ejecutaron un plan para conseguir un "provecho patrimonial ilícito", de modo que el dinero para obtener una entrada con la que acceder a la Alhambra no se ingresaba en el Patronato por los sistemas reglamentarios.

Lograron que se permitiera el acceso de clientes sin entradas, con unas compradas pero cuyo uso no se correspondía con los datos que figuraban en ellas o bien que habían sido imprimidas "de manera ilícita", indica el fiscal, que advierte de que se produjo un exceso de aforo que produjo además daños en el patrimonio histórico.

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