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Integrantes de la asociación, en una de sus salidas por el campo para la recolección de setas.
En busca del 'tesoro' que esconde la Granada más verde

En busca del 'tesoro' que esconde la Granada más verde

Asociación Micológica Granadina | Unidos por la afición al mundo de las setas

CRISTINA GONZÁLEZ

Sábado, 23 de julio 2016, 01:20

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Antonio Capilla, presidente de la Asociación Micológica Granadina, la describe de una manera muy gráfica: «Tenía el pie más grande que un vaso». Sí, está hablando de una seta, pero no de una seta cualquiera. El año pasado los más de 80 miembros que integran la 'gran familia' de aficionados a los hongos se quedaron boquiabiertos con el hallazgo, digno de récord. «Trajeron una amanita ovoidea que pesaba por lo menos un kilo», recuerda. A día de hoy no sabe muy cuál fue su destino. Si acabó en los estómagos de los dueños del tesoro o si finalmente fue congelada, como se plantearon inicialmente, para intentar liofilizarla (deshidratarla) con posterioridad. Pero la imagen se le ha quedado clavada. «Era una exageración», añade.

Encontrar un ejemplar de esas características es una raya en el agua. Por sus dimensiones, una 'rara avis' en un paisaje, el de la provincia granadina, que aún así alberga en sus rincones verdes grandes 'tesoros' para los apasionados a la micología. «Granada es un paraíso por la orografía que tiene, por Sierra Nevada, por los bosques tan diferentes y dispares que hay...», explica Antonio Capilla. «No tenemos grandes masas, por ejemplo, de alcornoques, pero los pequeños reductos que tenemos son muy ricos y con una diversidad enorme», señala. Tanto, que cifra en 2.500 las distintas especies de hongos con las que puede toparse el caminante en la temporada alta. Esto es, en noviembre, cuando las lluvias ya han empapado suficientemente el suelo.

La asociación

  • -Asociación Micológica Granadina. Nació hace 18 años para unir a un grupo de aficionados al mundo de las setas. Su objetivo es dar a conocer la riqueza de los hongos en la provincia granadina y educar en el respeto al medio ambiente.

  • -Miembros. Inició su andadura con veinte aficionados y ya son más de 80 integrantes.

  • -Contacto.

  • www.sociedadmicologicagranadina.blogspot.com.es

  • / sociedadmicologicagranadina@gmail.com

La Asociación Micológica Granadina (inicialmente denominada Sierra de Huétor) echó a andar hace 18 años con el objetivo de fomentar el conocimiento de esta rama de la botánica que estudia los hongos y de divulgar las normas básicas para el reconocimiento y recogida de setas en el campo. El germen fueron unas jornadas que se celebraban por aquel entonces en Huétor Santillán. Ahora, es este colectivo provincial quien cogido el testigo y organiza anualmente al menos un encuentro con especialistas en este campo.

A mano y en cesta

Los conocimientos los aplican sobre el terreno, nunca mejor dicho. Suelen realizar entre ocho o diez salidas cuando las setas están en su apogeo, cuando eclosionan. «El objetivo no es coger 20 kilos para comerlas sino aprender», apunta Antonio Capilla. De hecho, cuando terminan el recorrido, siguiendo normas como sólo utilizar las manos para su recolecta y colocarlas en cestas de mimbre para que puedan seguir expulsando sus esporas, se reúnen para identificarlas y explicarlas una a una. «Pretendemos educar en el respeto al medio ambiente», subraya.

En Granada lo que abundan son los níscalos. Proliferan especialmente en los pinares y en zonas como la Alpujarra, Alhama, el Marquesado o la Sierra de Baza. «Hay que dar a conocer la importancia que tienen los hongos en la naturaleza. Están ahí también porque cumplen una función», incide el presidente del colectivo, quien apunta que en Andalucía se pretende regular la recogida de los hongos, una tarea que considera compleja. «Es un recurso que está ahí y que si no se retira, se pierde, se pudre. Lo que se trata es de concienciar a la gente para que lo coja bien, que no use rastrillos o haga polvo el monte», apostilla.

Los viernes, previos a las salidas, se reúnen en su sede, en el centro sociocultural de Cenes de la Vega, y los lunes, también en otoño, las puertas de la asociación están abiertas para que cualquier ciudadano pueda consultar si los ejemplares que ha recolectado «son o no comestibles». «Si no tienen experiencia y desconocen este mundo, es muy importante que no salgan a cogerlas solos. Siempre es bueno ir con la asociación o con un experto», abunda.

Así se evitan sustos e incluso males mayores. Recuerda una ocasión en que un grupo tenía dudas sobre una setas. «Algunos preguntaron. Otros se las comieron directamente y acabaron con gastroenteritis», relata. Nada grave, afortunadamente. Antonio Capilla atesora un conocimiento tan amplio que por sus manos acaban pasando todos los ejemplares cuestionables. Que como suele decirse, más vale prevenir que curar...

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