«Estamos dispuestos a no hacer más cruces»

Tres meses de trabajo en una cruz con cuatro décadas de tradición culminaron en la noche del pasado lunes en un botellón con «cientos» de jóvenes. Aglomeraciones, bolsas, garrafas, botellas, orines y calles cortadas aguaron la primera jornada de fiesta en Plaza Larga ante la indignación de los vecinos responsables de la cruz 'estrella' del Albaicín, ganadora en la categoría de plazas del concurso municipal.

«Esto por el botellón, es una vergüenza», rezaba en la mañana de este martes un cartel escrito a mano en el interior de la cruz. El letrero apuntaba al destrozo ocasionado por uno de los jóvenes, que ya cerca de la noche del lunes se 'coló' en el perímetro de los ornamentos y trató de sentarse en uno de ellos. En concreto, sobre el corcho pintado para emular el poyo de piedra de un lavadero. Al apoyarse sobre el mismo, la manualidad cedió y se hizo añicos.

El asunto formaba parte este martes de los corrillos vecinales. También del asombro de los granadinos y turistas que se detenían frente al aviso. «No venían a ver la cruz, venían a hacer botellón», lamentaba José González. Cuando comenzó el alboroto, este albaicinero estaba al cargo de la cruz. Relata que el pico de jóvenes llegó sobre las ocho, aunque ya a las cuatro había gente consumiendo en la vía pública: «Se cortaron las calles, no podía entrar la gente aquí».

Cuando el alcohol comenzó a fluir, comenzaron los destrozos: «El que entró fue uno borracho, a los otros ya los teníamos controlados». «Esto es para no hacer más cruces, estaba sembrado de botellas», explicaba González «esta mañana han estado los barrenderos y han sacado por lo menos cinco furgonetas de botellas».

«Para fomentar el botellón, estamos dispuestos a no hacer más cruces», aseguraba el vecino. Otro de ellos, Francisco Guerrero, subrayaba que «no se puede aguantar que se trabaje desde tres meses antes y luego pasen estas cosas, porque no estaba protegida por nadie». Hace alusión a la Policía Local, «que no hizo nada en absoluto cuando pudo hacerlo». De acuerdo con el testimonio de un grupo de residentes, y según confirma Isabel Bueno, presidenta de la Asociación Cruz de Mayo de Plaza Larga, los agentes de Policía Nacional llegaron «a las once de la noche». «Se avisó a la Policía y no hicieron ni caso. Dijeron que tenían orden de no multar a nadie».

Francisco Guerrero afirma incluso que llamaron al alcalde en funciones, Juan García Montero, para que tomara medidas. La asociación de vecinos Bajo Albayzín recurrió a la red social Twitter para comunicar las incidencias: «Nos llegan quejas, vecinos denunciando botellón y calles convertidas en WC, desmadre», explicaba una de sus publicaciones.

Pese a que los destrozos fueron más llamativos en Plaza Larga, este punto neurálgico del barrio no fue el único que sufrió el consumo de alcohol en las calles. Entre el enfado y la impotencia por lo sucedido este lunes, los promotores de la cruz en Plaza Larga se mostraban confiados en que la jornada de martes transcurra con normalidad. Durante la mañana ya se hacía notar la presencia policial.