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Dos guardias civiles, junto a la avioneta siniestrada en la serranía de Segura de la Sierra (Jaén).
El piloto de la avioneta estrellada vivía en Granada y avisó de las dificultades

El piloto de la avioneta estrellada vivía en Granada y avisó de las dificultades

Volaba en una aeronave alquilada a una empresa granadina y la licencia de vuelo la tenía desde hacía menos de un año

José Ramón Villalba

Domingo, 14 de febrero 2016, 02:05

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Pablo Alemany, el piloto estrellado con la avioneta Cessna 172 la pasada tarde-noche del martes cerca de Segura de la Sierra (Jaén), residía en Granada con su mujer y dos hijos menores de edad. Vivía a caballo entre la capital granadina y Castellón donde era directivo de una empresa de expositores cerámicos.

De hecho, no quería estar mucho tiempo separado de su familia y por ello decidió hace un año, más o menos, sacarse la licencia de vuelo para robarle tiempo al tiempo y compartir más minutos con su familia.

El pasado martes alquiló la avioneta estrellada, una Cessna 172 con el identificativo GPL 13 d e la empresa granadina Gesplane, con la que hizo el trayecto Granada-Valencia por la mañana para despegar del aeropuerto de Manises (Valencia) a las 15 horas y regresar al aeródromo de Chauchina a las 17,15 horas como estaba previsto. Pero las condiciones meteorológicas, principalmente fuertes rachas de viento, le obligaron a cambiar el rumbo y buscar otra pista de aterrizaje distinta. Fue el mismo piloto quien avisó al Centro de Aviación de Almería para advertir de los problemas meteorológicos que estaba encontrando. Le avisaron, en función de la localización en ese momento de la avioneta, que la zona más próxima para aterrizar era una pista en Beas de Segura (Jaén) y le comunicaron por radio que tuviera cuidado si no conocía la zona porque la geografía del terreno era muy agreste.

A las 19.20 horas el Centro de Control aéreo de Sevilla comunicó al aeródromo de El Cornicabral, de Beas de Segura, para que activara el plan de emergencias ante un posible aterrizaje forzoso por parte de esta avioneta. A las 19.05 horas se intenta contactar sin suerte con el piloto desde la Central Operativa. A las 19.35 un pastor de la zona de Hueco de Bañares (Orcera), así como una vecina de La Puerta de Segura (Jaén), informan de lo que podría ser una explosión, aunque podría estar relacionado con las inclemencias meteorológicas.

Desde el aeropuerto de Valencia también efectuaron dos llamadas telefónicas al piloto, una vez que desapareció del radar de Navegación Aérea.El móvil dio señales de estar operativo, pero nadie contestó. A la tercera llamada, ni siquiera dio tono el teléfono de Pablo Alemany.

El lugar donde fue encontrada la avioneta este miércoles por la mañana está casi en la vertical del lugar donde fue localizado la última vez por el radar el martes, pasadas las siete de la tarde, desde el centro de Control de Sevilla.

Coordinado desde la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén se activó un dispositivo compuesto por 50 agentes del puesto de Compañía de Beas de Segura y del Servicio de Intervención Rápida de la Comandancia de Jaén, trasladada hasta Beas de Segura tras el aviso de la desaparición de la avioneta. Además participaron diez componentes de la Guardería Rural de la comarca y agentes de Policía Local. Las condiciones meteorológicas en la zona donde comenzaron las labores de búsqueda eran bastante duras, marcadas por una intensa niebla, bajas temperaturas, lluvia y fuerte viento. Era de noche y no hubo posibilidad de añadir a las labores de búsqueda el helicóptero de la Guardia Civil de Granada, que estaba preparado para despegar desde el aeropuerto de Chauchina a primera hora de la mañana de este miércoles. No lo pudo hacer. Tampoco se pudo contar con la participación de otro helicóptero Superpuma del Ejército del Aire con base en Cuatro Vientos (Madrid). Sólo un avión deSalvamento Aéreo con visión nocturna procedente de Palma de Mallorca y que sobrevoló a una altitud de ocho mil metros se pudo sumar a este dispositivo.

A las 9.30 de la mañana

Finalmente, fue una pareja de guardias civiles de la compañía de Beas de Segura quien halló a las 9.30 horas de este miércoles la avioneta estrellada y a pocos metros el cuerpo sin vida de Pablo Alemany, oriundo de Castellón y con 47 años de edad. Los guardias se apoyaron en las últimas coordenadas de la posición de la avioneta antes de su desaparición, facilitadas por el Ministerio de Defensa, para dar con la ubicación de la aeronave.

El subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, destacó este miércoles la efectividad del trabajo desarrollado por la Guardia Civil en la búsqueda y felicitó a todos sus responsables por la coordinación del dispositivo que se activó tras recibir a las 18.38 horas aviso desde el 112 sobre el avistamiento en la localidad de Yeste (Albacete) de una avioneta, al parecer, realizando maniobras de emergencia.

El cuerpo sin vida del piloto fue trasladado este miércoles por la tarde la Instituto de Medicina Legal, IML, de Jaén para practicarle la autopsia. Sobre las causas exactas del accidente, Aviación Civil será la encargada ahora de investigar qué ocurrió.

Quienes conocen a este piloto aseguran que era un hombre bastante afable y sencillo, amante de su familia y del trabajo.

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