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Condenan a un chico que huyó de la Policía con un niño de cinco años en el manillar de su moto

El adolescente, que tampoco tenía permiso de conducir, acompañará a víctimas de accidentes de tráfico en 'Trauma' para que vea sus secuelas

Carlos Morán

Domingo, 17 de enero 2016, 14:19

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La justicia de Menores ha condenado a un adolescente que se saltó con su ciclomotor varios preceptos del Código Penal. El muchacho fue sorprendido por agentes de la Policía Local de Granada cuando circulaba por una calle de la capital con un niño de sólo cinco años de edad sentado en el manillar de la moto, un escalofriante 'detalle' que, como es natural, no podía pasar desapercibido para nadie... y menos aún para los patrulleros.

El 'avistamiento' se produjo a primera hora de la tarde del 1 de mayo de 2015 y los guardias municipales ordenaron al joven que se detuviera, pero este hizo caso omiso de las advertencias y se dio a la fuga a toda velocidad. Instantes después, y para acabar de arreglarlo, irrumpió en una zona reservada a los peatones para intentar despistar a los policías.

A todo esto, el pequeño de cinco años seguía sentado en el manillar del ciclomotor.

La alocada evasión continuó en dirección a la localidad de Jun, pero acabó justo antes de que alcanzase el núcleo urbano de la citada población. En concreto, los agentes le dieron alcance en la rotonda que da acceso al pueblo.

Durante la fuga, el chaval en cuestión puso en «peligro la vida del niño al no adecuar la velocidad a las circunstancias de la vía, con baches y desniveles», según determinó la investigación que desarrollo la Fiscalía de Menores de Granada, que, a diferencia de lo que sucede con los adultos, es la institución encargada de instruir los casos en los que están implicados jóvenes que todavía no han cumplido los 18 años.

Para colmo, el chico no tenía licencia para conducir.

Dos delitos

En este sentido, el ministerio público concluyó que el adolescente cometió dos delitos contra la seguridad vial: uno por poner en «grave peligro la vida e integridad física de las personas» con las que se cruzó «y la del menor de cinco años que iba con él de pasajero», y el otro por 'pilotar' la motocicleta sin «haber obtenido nunca el preceptivo para conducir», detalla el escrito de acusación de la fiscalía.

Cuando llegó el día del juicio, y una vez que -tal y como contempla la ley- el menor fue informado con un «lenguaje claro y comprensible de la medida solicitada por el ministerio fiscal» y de los hechos en que se basaba, este expresó su conformidad con la acusación y no fue necesario celebrar la vista oral.

En ese mismo momento, el juez impuso al muchacho la obligación de dedicar 55 horas a una prestación en beneficio de la comunidad «a desarrollar prioritariamente en colaboración» con el personal del Hospital de Traumatología de la capital. La idea es que acompañe a los pacientes que han sido víctimas de accidentes de tráfico para que vea de primera mano las secuelas que sufren estas personas.

Además, la sentencia especifica que el procesado tendrá que realizar una tarea socioeducativa durante siete meses que estará estrechamente relacionada con la naturaleza de las infracciones que cometió. En otras palabras, que deberá aprender seguridad vial por orden judicial.

En los últimos años han sido varios los chavales que han pasado por 'Trauma' para purgar delitos relacionados con el tráfico.

Los centros de internamiento de menores también suelen exponer a los chicos que custodian a sesiones de diapositivas que detallan los destrozos y la devastación que causan en el organismo las imprudencias o las agresiones.

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