El Consorcio Metropolitano 'estira' el presupuesto de 2015 para mantener las líneas de bus

El Consorcio de Transporte Metropolitano de Granada se ha visto abocado a prorrogar el presupuesto de 2015 ante la situación de bloqueo que padece su consejo de administración por parte del Ayuntamiento de Granada. La decisión permite que las distintas empresas que prestan sus servicios de conexión entre la capital y distintos municipios de su Cinturón, puedan seguir haciéndolo con normalidad. El abono del montante económico de cada concesión no conlleva, sin embargo, las mejoras previstas en los autobuses ni tampoco una bajada de tarifas para el presente ejercicio. Esta última estaba relacionada con el IPC a término de septiembre pasado, que fue negativo y hubiese supuesto una rebaja en el coste de las tarjetas de transporte. Al no haber nuevo presupuesto no se han podido aplicar las tarifas rebajadas. Un total de 600.000 potenciales usuarios de los servicios que prestan los autobuses que comunican 33 municipios y otros 18 más en los que se aplica también el marco tarifario integrado, tendrán por tanto que esperar a que se desbloquee la situación para beneficiarse de un menor coste de los billetes.

El presupuesto de 2015 con el que ya funciona el Consorcio este año, alcanza los 12,8 millones de euros. El grueso del mismo procede, como ya dio a conocer este periódico, de la venta de billetes y recarga de tarjetas, con algo más de 9,6 millones. Las distintas administraciones aportan 3,2 millones, de los que la Junta asume la mayor parte -2,4- mientras que los restantes 800.000 corren a cargo de la Diputación Provincial y los 51 ayuntamientos que se benefician del servicio de autobuses metropolitanos.

«Funcionar con un presupuesto prorrogado nos plantea muchas limitaciones, en especial a la hora de invertir en la mejora de viarios, marquesinas y paradas, en especial las que necesitan ser adaptadas a personas con movilidad reducida», explica Héctor Gachs, gerente del Consorcio. Añade que resulta perentorio desbloquear la situación «para que este organismo funcione con normalidad y las concesionarias puedan dar el mejor servicio posible».

Nueva reunión

El consejo de administración del Consorcio tiene prevista una nueva reunión este mismo mes, probablemente en la tercera semana pues la fecha aún no se ha fijado. Previamente a este encuentro se le va a plantear al Ayuntamiento de Granada que se retire del orden del día la modificación de los estatutos para adaptarlos a la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Locales (27/2013), que implica que el organismo quede adscrito a una de ellas que sean socias del mismo y cumpla una serie de requisitos y que no hubiese sido otra que la Junta de Andalucía.

Este era el principal escollo que siempre ha señalado el consistorio granadino para bloquear las decisiones del consejo, pues teme que con el cambio de los estatutos se entregue el control del organismo a la Administración autonómica. En definitiva, que se le aparte de la toma de decisiones que le afectan directamente en la política del transporte metropolitano.

Mariela Fernández-Bermejo, delegada territorial de Fomento y Vivienda, señaló ayer a este periódico que la idea es aparcar ese punto polémico de la representatividad municipal «para poder aprobar todos los restantes asuntos que son vitales para el funcionamiento del Consorcio y para dar un mejor servicio a los ciudadanos que utilizan los autobuses metropolitanos».

A juicio de Fernández-Bermejo, «puede que una vez que han pasado las elecciones generales, nos encontremos con otro talante negociador por parte tanto del PP como del Ayuntamiento de Granada». De ahí que, en su opinión, el recurso ante los tribunales «debe de ser el último cartucho que tuviésemos que utilizar». Reitera, como la vez anterior, que el Ayuntamiento de Granada no perderá representatividad pues mantendrá el 25% del voto, «con lo que no se modificaría su peso en el seno del Consorcio». Y recuerda que frente a este porcentaje, otros ayuntamientos como fundadores como el de Armilla, no llegan siquiera al 2% de representación.