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Un agente de la Policía Local, junto al coche patrulla.
Condenan a un menor por desvalijar un coche patrulla de la Policía Local

Condenan a un menor por desvalijar un coche patrulla de la Policía Local

Ocurrió en una localidad de la provincia y el joven se apoderó, entre otros objetos, del teléfono y la 'tableta' oficiales de los guardias municipales

Carlos Morán

Lunes, 4 de enero 2016, 12:23

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No se sabe si el golpe fue producto de la audacia o de la inconsciencia. La sentencia judicial no lo aclara. Lo que sí dice la resolución es que el sospechoso, que era menor de edad sucedió el incidente, desvalijó un coche patrulla de la Policía Local de su pueblo -un municipio de la provincia de Granada- y se apoderó de la 'tableta' y el teléfono oficiales de los agentes, y de una caja de herramientas. El valor del botín, que posteriormente fue devuelto por el propio acusado a los guardias municipales, ascendía a 930 euros.

La traducción al 'lenguaje' penal de esa acción es la siguiente: un delito de hurto, ya que el material robado superaba el límite de 400 euros que establece la ley.

En este sentido, el juzgado ha impuesto al chico una medida de catorce meses de internamiento en un centro especializado en el tratamiento de menores infractores que son adictos a las drogas. Cuando salga, deberá permanecer en libertad vigilada otros seis meses.

Aparcado en el garaje

El peculiar suceso ocurrió el pasado mes de mayo en una localidad de la provincia. El hurto se produjo al amparo de la oscuridad: entre las doce de la noche y las dos de la madrugada. El ahora condenado se acercó hasta la cochera en la que estaba aparcado el vehículo policial y desencajó el portón -lo sacó de los raíles pero sin causar daños, porque entonces habría sido un robo con fuerza- para entrar en el local . Una vez en el interior del garaje, abrió el automóvil oficial -las puertas no estaban cerradas con llave- y cogió una caja de herramientas, y el teléfono y la 'tableta' de los guardias municipales, entre otros efectos.

El joven no tuvo tiempo de 'comerciar' con ellos -si era eso lo que pretendía- y acabó entregando el botín en las dependencias policiales.

Tras llevar a cabo la oportuna investigación, la Fiscalía de Menores de Granada -que es la institución que hace el papel del juez instructor en las causas que afectan a personas que aún no han cumplido los 18 años- acusó al chaval de la comisión de un delito de hurto, «puesto que se produce la sustracción de una serie de objetos por un valor superior a 400 euros, con intención de lucro y sin fuerza», describe el Código Penal la infracción.

Cuando llegó el juicio, el menor -que tenía problemas con las drogas y varios antecedentes por hechos parecidos- aceptó la medida que solicitó para él ministerio público, por lo que no fue necesario celebrar la vista oral

Así las cosas, las sentencia fue dictada en la misma sala: catorce meses de internamiento en un centro que dispone de un módulo especializado en el tratamiento de adicciones.

Cuando finalice esa primera fase de la condena, podrá salir, pero tendrá que permanecer seis meses más en libertad vigilada, un periodo de tiempo durante el cual deberá cumplir una serie de objetivos educativos y sociales. Por ejemplo, tendrá que rendir cuentas de sus avances en la escuela y la justicia controlará su círculo de amistades. En el supuesto de que se salte alguna de estas imposiciones legales correría el riesgo de ser juzgado por desobediencia -y podría volver a ser internado-. Además, la resolución ordena que el joven pague de su bolsillo los 57 euros que costó el informe pericial para determinar el valor de los objetos sustraídos, que ascendió a 930 euros.

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