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Sandoval posa junto a las bolas navideñas ubicadas en Puerta Real, con un mensaje esperanzador, 'Granada es el motivo'.
«Monto el Belén, adorno el árbol y me visto de rey mago»

«Monto el Belén, adorno el árbol y me visto de rey mago»

El 'míster' del Granada, José Ramón Sandoval, es un hombre familiar y tan apegado a las tradiciones que no duda en hacerse 900 kilómetros para decorar la casa con sus hijas

Juan Enrique Gómez

Domingo, 3 de enero 2016, 00:29

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No se oculta para decir que es cristiano y le gusta la Navidad, una celebración que considera familiar y entrañable, que gusta pasar con su mujer y sus hijas y recordar los tiempos en que los aromas de asado, los dulces y el movimiento en el restaurante de la familia eran el centro de su existencia. José Ramón Sandoval, el entrenador del Granada C.F. olvida la competición durante unas horas y vuelve la mirada hacia quienes lo necesitan, se convierte en una persona cargada de sensibilidad y entrega hacia los demás.

¿Le han dicho alguna vez que se le pone cara de niño?

Es que me convierto en un niño cada Navidad. Es algo que he vivido siempre en familia, de forma muy intensa, y quiero transmitirlo a mis tres hijas. Fíjese que cuando vinieron a ver el partido con el Atlético fue en el 'puente' de la Constitución y como no pude cumplir con la costumbre de adornar la casa en esos días, me fui a Madrid con ellas y me volví casi en el mismo día para poner el árbol con ellas. La pequeña (tiene 8 años) colocó la estrella en el árbol y me bajé para Granada.

Compromiso con los mayores

  • Desde hace 13 años, al llegar la noche de Reyes, Sandoval se viste de rey mago para visitar a los ancianos de la residencia de mayores Las Mimosas, junto a su pueblo. «Ver la expresión de los abueletes, de hombres y mujeres cuando les ofreces un pequeño regalo, un cariño, es aleccionador. Y cuesta muy poco llevar algo de felicidad a quien lo necesita».

¿Es verdad que le gusta hacer regalos?

Me encanta regalar, más que me regalen, cosas pequeñas, sencillas, detalles entre unos y otros.

¿Qué siente al llegar estas fechas, recuerda su infancia?

Lo vivo muy intensamente, tanto que cuando llega la Nochebuena me inunda una sensación de pérdida por aquellos que no están, pero también de alegría e ilusión por poder transmitir lo que ellos me enseñaron. Me acuerdo de aquellos días en Humanes, con mis padres y mis hermanos en el restaurante (se llama Coque y recientemente consiguió una estrella Michelín), cuando el aire se llenaba de aromas de los asados, de dulces, cuando yo iba detrás de mi padre con las chinchetas para ayudarle a colgar los adornos. Me he llegado a disfrazar de Papa Noel e imitar que bajaba por la chimenea para alegrar a la familia y a mi gente, mientras recordamos los platos tradicionales: lombarda reogada con piñones, los mejillones tigre de mi suegra, el pollo al chilindrón, y las natillas y hojaldres... y la partida de parchís, ver el discurso del Rey, que a mi me gusta verlo, y sentarnos ante la tele hasta que te vas quedando dormido. Una noche sencilla y mágica.

¿Le gusta el Belén?

Mucho. No falta en casa. Yo mismo construí un portal de 2,5 metros con su río, panadero, mercado, y todo de todo.

¿Qué desea al Granada en 2016?

Que sea un año que haga feliz a mucha gente que hay detrás de este escudo, que los granadinos se sientan orgullosos de su equipo. Intento transmitir a los jugadores el compromiso de los granadinos con nuestros colores, y que nuestros resultados, nuestro trabajo, logre devolver el cariño de esta ciudad hacia su equipo. También quiero consolidar el proyecto de cara al futuro. Creo que estamos en un momento emergente para el club. Y a la ciudad, decirle que disfruto cada hora y cada segundo que estoy en Granada.

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