Último mensaje del desaparecido: «No puedo hablar, ¿es importante?»

Hugo, el vecino de Casería de Montijo desaparecido el pasado viernes por la tarde, suma ya cinco días en paradero desconocido. No hay pistas demasiado fiables sobre su localización; sí un sinfín de rumores, especulaciones y datos que no acaban de confirmarse. La familia está destrozada. Mientras tanto, la Policía Nacional hace sobreesfuerzos para encontrar a este joven padre de familia, no sólo rastreando a través de las patrullas de seguridad ciudadana la capital, sino interrogando a sus amigos, familiares y demás conocidos tratando de dar con algún hilo capaz de hilvanar la resolución de este caso. Los profesionales de la Policía Nacional se están dejando la piel para esclarecer qué ha sucedido.

Mientras tanto, el barrio de Casería de Montijo se ha echado a la calle para buscar a Hugo. Ayer, más de cien personas de la barriada 'peinaron' distintas zonas de la capital y el cinturón metropolitano en busca de su vecino. Allá por donde iban preguntaban en comercios, pegaban carteles por las calles, rastreaban los rincones más inhóspitos... todo por su vecino. Muchas de estas familias dejaron ayer el encargo a los abuelos de recoger a sus hijos en los colegios porque no les daba tiempo de llegar antes de culminar la búsqueda. Colectivos del barrio, como las asociaciones de parados, a las que perteneció Hugo, también se han sumado a esta búsqueda. «El barrio está volcado con esta causa, pero no tenemos pistas fiables ni nuevos datos. Lo último que supimos de Hugo fue el mensaje de texto que le envió a su mujer la misma tarde de la desaparición y en el que le decía: 'No puedo hablar, ¿es importante?', después de que su mujer le escribiera por whatsapp», comenta Clemente Arcos, presidente de la asociación de vecinos de Casería de Montijo y portavoz de la familia.

La edil Jemi Sánchez, muy vinculada al distrito Norte desde hace bastante años, formó ayer parte de los equipos vecinales encargados de rastrear distintas zonas. El grupo de Rescate de Bomberos de Granada también ha participado en la búsqueda de Hugo en la zona del embovedado del río Beiro, así como de otras zonas de difícil acceso.

El trabajo de la Policía Nacional, Bomberos, Protección Civil y los kilos de solidaridad que están derrochando los vecinos de esta entrañable barriada granadina son una bombona de oxígeno para la familia que lo está pasando fatal.

Los últimos trabajos de Hugo fueron en la vendimia y de albañil en Sierra Nevada. Llevaba algo más de un mes sin trabajo, pero su pareja sí aportaba ingresos en casa. Recientemente fue sometido a una intervención quirúrgica y se medicaba. Detrás de este joven no sólo no hay antecedentes policiales, sino que está considerado un hombre tranquilo, hogareño y muy buen visto en el barrio. Entre los rumores que circulan por el barrio, se habla de que fue visto poco antes de su desaparición junto a un coche BMW de color oscuro y posteriormente en una farmacia de Pedro Antonio de Alarcón. Sólo son rumores. Policía Nacional sigue trabajando duro y el barrio derrochando solidaridad.