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Exterior de la discoteca objeto de la supuesta estafa.
Denuncian la compra de una discoteca con un cheque sin fondos

Denuncian la compra de una discoteca con un cheque sin fondos

El supuesto autor de la estafa es el mismo hombre detenido en Málaga hace un mes por pagar también con un talón fallido una mamoplastia para su novia

Manuel Pedreira

Martes, 13 de octubre 2015, 13:21

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Utilizar cheques sin fondos es una práctica habitual entre muchos vivales, que un buen día (usualmente más tarde de lo que merecen), les acaba procurando una detención policial y la eventual condena judicial. A comienzos de septiembre saltó a los medios de comunicación la noticia de que un hombre había sido detenido en Málaga por pagar con un talón sin fondos una mamoplastia realizada a su pareja sentimental en una clínica de Fuengirola.

El arrestado, para ganar la confianza de sus víctimas, se hacía pasar por un hombre de negocios, a bordo de un vehículo de alta gama y con un chófer personal. Además se presentaba como propietario de una constructora, una compañía de microcréditos y una discoteca ubicada en Granada.

Pues bien, la adquisición de la citada discoteca ha seguido supuestamente un camino parecido al de la operación de estética de la novia del detenido. Se hizo con un cheque sin fondos. Así lo aseguran los anteriores propietarios de la discoteca, (antes Budha, ahora Duende) que interpusieron la correspondiente denuncia ante un juzgado de instrucción.

Según esta denuncia, a la que ha tenido acceso IDEAL, F. G. G. pagó el traspaso del establecimiento con un talón de 65.000 euros que, al tratar de cobrarlo en el banco, fue rechazado. Además, como consecuencia de la falta de fondos del cheque, el banco ha cobrado 3.690 euros, cantidad que también reclaman los perjudicados.

La operación de compraventa tuvo lugar el pasado mes de abril y estuvo precedida por repetidas visitas de F. G. G. a la discoteca, interesándose por su adquisición. Según la denuncia, el supuesto estafador daba siempre explicaciones detalladas de sus «fabulosos» negocios en varias provincias españolas y de distintos sectores, aparentando una solvencia económica desorbitada.

Tras dos meses de reuniones, F. G. G. decidió quedarse con el negocio, estaba a nombre de una sociedad en la que participaban una decena de socios, pero pidió que todos los socios apoderaran a uno solo como administrador para el momento de la firma. En la notaría, el supuesto empresario aportó un cheque que, como era viernes y se acercaba la hora del cierre de los bancos, hubo que esperar a ingresarlo el lunes.

Ahí se descubrió la supuesta trampa ya que la entidad financiera lo devolvió por falta de fondos y con unos gastos cuantiosos. Los presuntos estafados presentaron una denuncia ante un juzgado de instrucción, que inicialmente la archivó. El letrado del administrador ha recurrido en apelación y confía en que la Audiencia provincial ordene la investigación de lo sucedido por una posible estafa.

Según fuentes de la Policía Nacional, el supuesto empresario había cometido más de una estafa siguiendo el mismo 'modus operandi', entregando siempre como forma de pago cheques sin fondos. En una ocasión compró un coche de alta gama pagando con un talón fraudulento de 30.000 euros, pero cuando la vendedora fue a cobrarlo, le indicaron en el banco que no tenía fondos.

Multas de tráfico

Para más inri, desde la venta hasta la fecha de la denuncia, la víctima había recibido varias multas por exceso de velocidad cometidas por el presunto estafador conduciendo el vehículo que seguía a nombre de la denunciante.

Además, tras otra denuncia, se descubrió que el individuo consiguió engañar al propietario de un establecimiento de restauración para que participase en un negocio de construcción de un hotel. Para convencer a la víctima se reunió con ella en una notaría de Málaga, donde le comunicó una serie de documentos que debía aportar.

Al salir, le pidió a su futuro socio que le prestase 13.000 euros en efectivo, ya que se había dejado esa cantidad en Marbella, y que unos momentos más tarde se los devolvería su chófer. La víctima accedió por tratarse de su socio, pero el hombre se marchó y a cambio le entregó un cheque sin fondos por valor de 13.000 euros. Cuando el hombre fue al banco para cobrar el talón, la cuenta bancaria a la que estaba vinculado había sido cancelada.

F. G. G. residía en una vivienda de alquiler en una zona de alto poder adquisitivo donde vivía sin abonar a sus caseros las mensualidades correspondientes. Además en el registro domiciliario practicado con motivo de su detención en Málaga, se recuperaron 3.345 euros en efectivo y seis móviles de alta gama.

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