Las almendras robadas en esta campaña valen 115.000 euros

El elevado precio de la almendra con cáscara, tres euros el kilo en origen según el sindicato UPA, ha convertido a este fruto en un dulce botín para los amigos de lo ajeno. Si el caco decide vender la pepita de la almendra, en lugar de hacerlo con la cáscara, el precio se eleva a los 8,50 euros. El importante coste de este fruto, la crisis económica y el aumento de superficie cultivada, apuntan como causas que ha puesto de moda este delito. Solo en esta campaña, a punto de culminar, los agricultores de la provincia han denunciado el robo de 38.538 kilos de almendras cuyo precio, teniendo en cuenta el más bajo, hubiera supuesto beneficios de 115.614 euros.

«La almendra se sigue pagando muy cara y resulta muy atractiva para robarla. Sí se ha detectado más control en el campo, pero es imposible vigilar tanta superficie. Todavía hay muchos agricultores que deciden no denunciar porque consideran que no van a recuperar la mercancía y les supone una pérdida de tiempo toda la burocracia que supone este trámite. Nosotros, desde UPA, recomendamos de forma encarecida que presenten la denuncia correspondiente para hacer constar el delito». Las palabras son del secretario general en Granada de la Unión de Pequeños Agricultores -UPA-, Nicolás Chica, cuyo sindicato emitió un comunicado el pasado mes de agosto advirtiendo del inicio de la campaña de robos de este fruto.

Sin embargo, los datos de la Guardia Civil de esta campaña apuntan a un importante descenso de los robos de este producto: el pasado año desaparecieron del campo granadino 51.645 kilos de almendras robadas con un valor de 154.935 euros, frente a los 38.538 de 2015. Pero quizá lo más importante no sea ese descenso del 25% en cuanto a la mercancía sustraída, sino en cuanto a la cantidad de almendras recuperadas.

Los equipos de Robos en el Campo de la Guardia Civil, Roca, y las unidades del Seprona, en muchas ocasiones, han recuperado en esta campaña 17.767 kilos, 13.000 de ellos en una sola operación desarrollada en Alhama de Granada. Para fijar una referencia, el volumen de almendras recuperadas entre 2013 y 2014 apenas superó los 1.500 kilos.

«El campo cada vez está más controlado. Solo en esta campaña se han efectuado 400 inspecciones en apenas tres meses y además se han impartido charlas en distintas comarcas de la provincia granadina dirigidas a agricultores y cooperativistas, para informarles de cómo actuar, de que presenten denuncien si les roban y para que informen de movimientos sospechosos en las zonas agrícolas donde tienen sus fincas», apunta un portavoz del Seprona.

La Guardia Civil impulsó la creación de los equipos especializados para combatir los robos en el campo en septiembre de 2013. En Granada hay cuatro con quince agentes repartidos por las distintas comarcas. No solo son ellos quienes trabajan en los robos agrícolas, pero sí son los especialistas que están visitando a diario cooperativas, agricultores, almazaras, zonas de robos, ofreciendo charlas a los agricultores, investigando en Hacienda o preguntando en la delegación provincial de Agricultura, haciendo seguimientos de gente sospechosa o vigilando zonas agrícolas por la noche, principalmente.

Los perfiles de los ladrones de almendras no responden a los tradicionales miembros de bandas organizadas, sino personas dedicadas a este tipo de hurtos que van de campaña en campaña buscando productos para revender y obtener buenos beneficios económicos. La colaboración ciudadana es fundamental, cualquier pista o información puede venir muy bien a los investigadores.

La Guardia Civil ha detenido en esta campaña a 18 personas por un delito de robo y a 21 las ha imputado por un delito de hurto. La diferencia entre un tipo y otro de ilícito se encuentra en el uso de la fuerza para robar, lo que supone que en muchas ocasiones se fuercen puertas, cancelas o cualquier otro tipo de habitáculos para robar este costoso fruto. También han sido identificadas 115 personas por las sospechas levantadas.

«Además de los dispositivos habituales de vigilancia, esta campaña se ha hecho un esfuerzo para tratar de localizar a los receptadores o compradores de la almendra robada», advierten desde la portavocía de la Guardia Civil. El secretario general de UPA incide en este aspecto: «Cortando de raíz los lugares de compra de este producto robado se ganaría bastante terreno a los ladrones y muchas veces es vox pópuli quienes la compran», apunta Chica.

La elevada rentabilidad del cultivo de la almendra «pasará a la vuelta de unos años», según Nicolás Chica, pero mientras tanto cada vez son más los agricultores que apuestan por este cultivo. «Los viveros de Granada se han quedado en esta campaña sin plantones de almendro».