Tráfico marca en rojo 445 kilómetros de carreteras secundarias de Granada

La rotonda que da acceso al centro comercial Kinépolis permite desviarse en dirección Pulianas. Si se escoge esta vía, pero se continúa circulando hacia la carretera que lleva a Alfacar, los conductores se encuentran con una amplia calzada de más de dos kilómetros en la que no es complicado superar los cien kilómetros por hora. Si se circula en dirección contraria la velocidad puede ser la misma. En este caso se llegará al casco urbano de Granada doblando el límite establecido en una vía urbana. Como esta carretera, la Dirección General de Tráfico ha señalado en rojo otras 27 vías secundarias de la provincia que considera que deben ser vigiladas con especial interés. Entre todas suman 445 kilómetros. No se concentran en un lugar o municipio en especial. Estos tramos, de los cuales 17 dependen de la Diputación de Granada al ser carreteras provinciales, se reparten se manera homogénea por toda la geografía y sólo cuatro se sitúan en el entorno de la capital.

Ni la DGT, ni la jefatura provincial de Tráfico fueron capaces de explicar a ayer a este diario por qué estas carreteras y no otras han sido señaladas en un listado nacional que abarca a más de 1.100 vías. La jefatura provincial consideró «imposible» poder explicar durante el día de ayer las causas por las que un surtido de variadas carreteras de Granada se han designado como de «especial peligrosidad». IDEAL visitó parte de estas y detectó cuatro causas que pueden motivar esta catalogación: la velocidad, las curvas, la estrechez de la calzada y el mal estado del firme.

Los factores no confluyen en todas las carreteras, pero sí existen casos en los que se pueden señalar estas cuatro causas como comunes. La Carretera de la Cabra, por ejemplo, que une el puerto del Suspiro del Moro, a pocos kilómetros de la capital, con Almuñécar tiene poco espacio para que puedan pasar dos coches cuando se inserta en las montañas de la sierra de Alhama, con lo que esta vía se convierte en una ratonera con curvas constantes en ambos sentidos, en las que hay que mirar hacia la carretera para comprobar que no haya baches. Sin embargo, en los primeros kilómetros cuenta con largos y amplios tramos en los que habitualmente los conductores suelen superar la velocidad máxima permitida.

En las comarcas de Los Montes, Guadix, Baza y Huéscar las carreteras que la DGT ha insertado en su lista de peligrosidad se caracterizan por ser muy estrechas. En la Costa, sin embargo, las curvas o el mal estado del asfalto es el motivo. El Área Metropolitana de la capital y Loja o Alhama combinan en sus vías puntos con curvas y zonas para tomar velocidad.

Tráfico ha hecho público este listado para pedir a los conductores que se aumente la precaución en ellos y para avisar de que se podrán establecer radares móviles en estos tramos. Dichos controles de velocidad no estarán ocultos para los conductores, ya que el objetivo de estos es «que su presencia sirva como medida de disuasión y prevención». La jefatura provincial no se plantea por el momento incluir en ningún kilómetro de los marcados un puesto de velocidad fijo.