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Pedalearán de Andalucía a Italia para concienciar sobre la importancia de la Vega.
De Granada a Florencia en 40 días

De Granada a Florencia en 40 días

Cuatro estudiantes de 18 a 21 años pasarán del 15 de julio a 25 de agosto montados en sus biclicletas dentro del reto 'Pedaladas por la Vega', que reivindica mediante el deporte la protección medioambiental de los territorios agrícolas andaluces y de la Toscana

Ángeles Peñalver

Jueves, 2 de julio 2015, 02:15

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Otros se tostarán en la playa mientras Francisco Javier Peña, Sergio Arboleda, Iván González y Álvaro Peña, cuatro jóvenes granadinos de entre 21 y 18 años, se torrarán al sol encaramados a una bicicleta desde el 15 de julio al 25 de agosto. El trayecto tiene como origen Granada y como punto final Florencia. Pero sarna con gusto no pica y ellos mismos han decidido completar los casi 3.000 kilómetros que separan ambos territorios «de una gran potencialidad social, cultural, ambiental, económica y requeridos de protección».

«La Vega de Granada se ha visto gravemente atacada por la edificación, contaminación, desecación de acequias... y nosotros sabemos que es nuestra labor proteger el 60% que queda aún de ella y devolverle a la naturaleza todo lo que nos ha dado. Por eso pensamos que no había mejor forma que coger nuestras bicis y llevar la voz de la Vega hasta la Toscana. A los cuatro miembros del viaje nos encantan los deportes desarrollados en la naturaleza y las formas de vida menos contaminantes», explica Francisco Javier Peña, estudiante de Ciencias Políticas y Administración.

Iván y Sergio hicieron el ciclo formativo 'Conducción de actividades físico deportivas en el medio natural' y a ambos les guía la máxima: «La mejor herencia que podemos dejarle a nuestro hijos es: amor, conocimiento y un planeta en el que puedan vivir». A ninguno le vendrá grande pedalear entre 5 y 6 horas diarias y pernoctar en tiendas de campaña allí donde puedan o en sacos de dormir cuando no se permita la acampada.

Todo justificado

Cualquier dolor de espalda estará justificado si logran ser el altavoz de un error: la construcción indiscriminada que ha afectado «al 40% del suelo cultivable que heredamos de la cultura árabe, con un sistema de regadío por acequia que todavía a día de hoy sigue abasteciendo a más de 1.500 kilómetros cuadrados». Según ellos, Granada se ha acostumbrado a vivir con la devastación natural. «Asociaciones como Salvemos la Vega o Vegaeduca advierten de la degradación gradual de esos terrenos y de su progresivo desmantelamiento como espacio agrícola, cultural o deportivo», recalcan los implicados. Álvaro Peña, estudiante de monitor deportivo en el medio natural, es el más joven de estos aventureros y con sus escasos 18 años tocará a la puerta de la Embajada Española junto a sus compañeros para hacer entrega por escrito de sus reivindicaciones.

Pero esa valentía no está exenta de una buena dosis de realidad. La primera preocupación de los jóvenes es saber si físicamente serán capaces de realizar la proeza deportiva -alrededor de 80 kilómetros de media al día- y de cómo afrontarán carreteras tan exigentes como la que atraviesa el Pirineo.

Detalles

Además de haber pormenorizado la comida, medicinas, ropa y otros enseres que han de empaquetar en sus bicicletas, Javier, Sergio, Iván y Álvaro han armado sus cabezas con sensatez y han plasmado el proyecto en un dossier que ata todos los cabos. Lo previsible está cerrado al milímetro, luego vendrá la nada fácil realidad. La meta final está en La Toscana, paisaje que se asemeja al granadino por su enclave natural y por encontrarse amenazado por la mano del hombre, pero antes hay que resolver otros asuntos...

Para llevar a cabo 'Pedaladas por la Vega' han presupuestado inicialmente dos mil euros, aunque admiten que si consiguen recaudar algo más de ayuda se plantearán dormir alguna noche en un albergue y darle así más tregua a sus piernas.

No llegar hasta la península transalpina al primer intento no significará un fracaso. Ni mucho menos. Parte de su éxito ya lo han cosechado volviendo a abrir el debate sobre la Vega y haciendo que el tema tenga eco en la provincia. Además los activistas, una vez vuelvan de su periplo europeo, quieren compartir su experiencia dando charlas en institutos.

Ante los alumnos y profesores de los centros reivindicarán el uso de las dos ruedas como medio de transporte ecológico. Pero antes de salir estos cuatro aventureros ya ponen el acento sobre el incumplimiento que están haciendo las instituciones españolas con el seguimiento del Plan Eurovelo, un proyecto de la Federación Europea de Ciclistas que tiene como objetivo unir las principales capitales del Viejo Continente mediante 14 rutas, pensadas para que puedan ser recorridas por etapas, en condiciones seguras, encima de las dos ruedas.

Por el momento, han conseguido que las alforjas donde transportarán ropa y víveres les sean patrocinadas, además de los recambios y maillots. De aquí a su salida, visitarán empresas granadinas con la ilusión de conseguir alguna cosa más. «Este estilo de vida nace del deseo de vivir desde la simplicidad, observando la realidad del mundo y sus gentes desde una bicicleta. Esta simplicidad voluntaria pretende dirigir nuestras energías hacia actividades que nos acerquen al sentido y la verdadera satisfacción por vivir», se despiden.

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