50 médicos del Clínico piden que no se cierre la planta de Pediatría

Los hospitales granadinos, desde hace años, funcionan con menos trabajadores en verano porque a los centros de interior -como los de la capital- acuden tradicionalmente menos pacientes en época estival. En ese punto hay un pacto -con sus tiras, aflojas y reivindicaciones periódicas- entre el SAS, las plantillas y los sindicatos. Pero este año la administración ha cruzado esa barrera de mínimos y quiere tomar una medida de mayor calado -como se publicó en IDEAL la semana pasada- que no comparten los profesionales aludidos. El anuncio del cierre por primera vez en su historia de la planta de escolares, preescolares y lactantes del Clínico (San Cecilio), ubicada en el ala izquierda de la octava planta de ese hospital, ha cosechado las críticas casi unánimes de los pediatras de la capital, aunque los primeros en movilizarse han sido los del Clínico. En ese centro hay 18 camas para ingresar a menores de edad y éstas dejarán de prestar servicio a mediados de julio, de manera que todos los niños serán mandados al Maternal -a unos 500 metros-, el único centro donde se dará respuesta a las necesidades pediátricas de gran parte de la provincia durante los meses de verano. Bien es cierto que los pediatras del Clínico se mudarán a trabajar al Materno mientras dure ese exilio planeado por el SAS sin contar con los médicos.

Hace dos días ya se registró la primera crítica formal ante tal medida y no será la última, según ha podido saber IDEAL. En un escrito, 50 facultativos -pediatras, MIR y doctores de los centros de salud que hacen guardias en el Clínico- pidieron al gerente, Manuel Bayona, la revocación o paralización del cierre de la hospitalización de niños en San Cecilio. El documento recoge el sentir y la rúbrica de medio centenar de especialistas granadinos, muchos de gran prestigio y bagaje profesional. Los mismos tildan de injusta, ilógica y sorprendente la decisión, «de una gravedad extrema y sin precedentes en todo el sistema nacional de salud». «Somos personas razonables -dicen los médicos- y no redactaríamos esta queja si la propuesta fuera la reducción parcial de las camas, por ejemplo dejar en activo 10 de las 18 camas».

Los doctores afectados muestran sus dudas sobre la legalidad de una medida que daña a los pacientes y solo conlleva un ahorro insignificante al SAS. «Se ahorrarían muy pocas sustituciones de auxiliares y enfermería en verano», aclaran. Por último los firmantes insisten en que los niños que acudan a Urgencias del Clínico y precisen un ingreso deberán ser informados de su traslado a otro hospital: «Alguien se imagina la sensación que se queda en nosotros y en las familias? ¿No se conculca la accesibilidad y la eficiencia del Decreto de Ordenación Sanitaria?».

La vulneración de los derechos de los MIR es otro de los puntos clave del escrito, que termina exigiendo la puesta en marcha del nuevo y gran materno -en el edificio de Traumatología-, un proyecto que acumula más de un año de retraso sobre lo anunciado por la Gerencia a los profesionales, quienes por último denuncian la precarización de sus condiciones de trabajo.

El Sindicato Médico de Granada añadió ayer: «La Gerencia dice que el cierre es para el pilotaje de la fusión hospitalaria, lo que evidencia el papel secundario que le conceden a la ciudadanía frente a los motivos reales, que son económicos».