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Multan a un enfermero que iba a atender a un paciente por ir en dirección prohibida

Multan a un enfermero que iba a atender a un paciente por ir en dirección prohibida

Tuvo que sortear la calle San Matías, cerrada por la limpieza de la cera de las procesiones, y fue sancionado con 500 euros y la retirada de seis puntos del carnet

Javier F. Barrera

Miércoles, 15 de abril 2015, 00:56

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Manolo pincha a los niños. A todos los niños del Realejo que pasan por el Centro de Salud del Campo del Príncipe. También asiste a los mayores que no pueden salir de sus casas por la gravedad de su enfermedad. En estas se encontraba Manolo cuando el pasado día 6 de abril acudía a realizar «un aviso de urgencia» para atender a un paciente cuando se encontró con que «la calle San Matías estaba cortada porque estaban limpiando la cera del paso de las procesiones de Semana Santa», explica Manolo.

Rápidamente procedió a maniobrar con su ciclomotor para buscar la callejuela de la vieja judería granadina que le permitiera sortear con rapidez la calle San Matías y dar respuesta inmediata al «aviso de urgencia». Tuvo entonces que recular unos cinco metros en sentido prohibido y, en ese instante, la Policía Local de Granada le multó. «No fue una sanción cualquiera, pese a las circunstancias, la velocidad, el tramo en cuestión y el hecho de ir a atender una urgencia». La Policía Local ha sancionado a este enfermero con 500 euros y la retirada de seis puntos del carnet de conducir, «lo máximo que te puede caer». Según los especialistas consultados, «como si te pillan bebido en sentido contrario por una autopista y a 180 kilómetros por hora», sostienen.

Ante lo «disparatado de esta multa» y «las circunstancias en las que ocurre la acción», el enfermero Manolo ha recurrido. Sostiene en su recurso que se trataba de «un aviso a domicilio de una paciente que necesita atención urgente de prueba funcional de valoración INRpor padecer fibrilación auricular». Especifica que «la paciente vive en una bocacalle de Varela número 11».

Añade este profesional sanitario que «en ningún momento fui consciente de haber transitado en dirección prohibida» y que «la Policía Local procedió a sancionar sin posibilidad alguna de mediar explicación». Por todo ello, «dada la situación especial que acompañan a los hechos acaecidos, se trata de un atención urgente y el acceso al domicilio estaba cortado, solicita la reposición de los seis puntos retirados del carnet de conducir». La directora del Centro de Salud del Realejo también apoya a este enfermero y ha certificado por escrito los hechos: que el enfermero tuvo que acudir a atender a la paciente en el domicilio referido, para respaldar de esta forma el recurso de Manolo.

Indignación en el barrio

La noticia de la estratosférica multa que le ha caído a Manolo se ha derramado como cera fundida por todo el barrio del Realejo, donde este enfermero es muy querido y apreciado por su labor, no solo como sanitario sino también como activo participante en el movimiento vecinal, ya que vive en el distrito.

Los vecinos del barrio, que conocen al dedillo el particular entramado de callejuelas, defienden la profesionalidad de Manolo y su afán por acudir con prontitud al aviso de urgencia pese a que la calle San Matías estaba cortada. De hecho, sopesan solicitar a la junta directiva de la asociación de vecinos que respalde públicamente su actuación y se acepte el escrito de reclamación para que se le devuelva tanto el importe de la multa como los puntos.

Se da la circunstancia de que el Defensor del Pueblo Andaluz ya se ha interesado por el elevado número de multas de tráfico que se imponían en la capital granadina. Este organismo constató que en la ciudad de la Alhambra se imponen más sanciones que en otras capitales andaluzas con un parque móvil similar o incluso inferior.

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