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La celebración fue bastante menos numerosa que la de la pasada semana.
Tres mil personas celebran la repetición de la fiesta de la primavera con otro botellón

Tres mil personas celebran la repetición de la fiesta de la primavera con otro botellón

El Ayuntamiento rebaja la asistencia a 800 jóvenes y asegura que se trató de una reunión normal en el botellódromo cuando llega el buen tiempo y se cortan las clases

Antonio Sánchez

Sábado, 28 de marzo 2015, 01:27

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Tres mil jóvenes celebraron en la tarde de ayer la repetición de la fiesta de la primavera, convocada otra vez durante esta semana en las redes sociales, en una concentración que no obligó a cortar el tráfico. El Ayuntamiento de Granada, que rebajó la cifra de asistentes a 800 jóvenes, aseguró a IDEAL que se trató de una reunión normal en el botellódromo cuando llega el buen tiempo y se cortan las clases.

A pesar de que la cita juvenil no condicionó en exceso el tráfico en ninguna calle de la ciudad durante la tarde ayer, esta cogió por sorpresa a comerciantes y vecinos, que ya daban por superada la fiesta de la primavera 2015. En algunas comunidades de vecinos cruzaban los dedos para que la celebración no se desmadrara, ya que para ayer no tenían contratada seguridad. Tampoco el parking de Méndez Núñez era capaz de garantizar a media tarde a sus usuarios que pudieran sacar el coche. «Dependerá de cómo evolucione. Si ocupan la rampa de vehículos no se podrá salir», argumentaban a una usuaria inquieta por saber si iba a poder retirar su vehículo. En la entrada a Hipercor también se avisaba que dependiendo de cómo evolucionara la tarde podría ser complicado abandonar el centro comercial por la salida de María Moliner.

Ayuntamiento, vecinos y comerciantes no son los únicos que se vieron asombrados por la concentración de ayer en el botellódromo. La fiesta también alertó a decenas de turistas que llegaron ayer a la ciudad con la intención de pasar las vacaciones de Semana Santa. Una mujer francesa llegó a confundir la reunión juvenil con una capea, mientras que otro ciudadano trataba de explicar que simplemente se trataba de una concentración sin más sentido que beber.

La Policía Local de Granada, que se vio desbordada en algunos momentos de la tarde, no impidió la celebración de la fiesta -el consumo de alcohol dentro del botellódromo está permitido-, pero tampoco evitó que algunos jóvenes se dispersaran por los alrededores de Méndez Núñez. Lejos de multarles por consumir alcohol fuera de los límites establecidos, se dedicaban a sancionar a quienes por cualquier motivo se detenían un pequeño instante en la calle María Moliner por las retenciones que el botellón provocaba en la rotonda de Méndez Núñez.

En el centro de la bulla, los jóvenes disfrutaban sin apenas preocupaciones. El notable ascenso de la temperatura hizo que muchos indecisos, sobre todo aquellos que se quedaron la pasada semana en la casa por el frío y la lluvia, se lanzaran finalmente a la calle a beber con los amigos. «No sé que mal le hacemos a nadie. Estamos aquí tranquilos, disfrutando del sol y de la vida. ¿Algún problema?», replicó un joven a un hombre de avanzada edad que le pedía tirara la basura en el interior de un contenedor.

La cita juvenil, al final, se quedó una concentración menor que no se salió de los límites del botellódromo. Una segunda fiesta de la primavera para quienes se quedaron sin ella la pasada semana y para aquellos que sentían la necesidad de volver a reunirse una semana después para volver a beber durante toda la tarde y la noche.

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