El Ayuntamiento pierde un pleito en el que defendía la postura del movimiento 'okupa'

José Torres Hurtado, alcalde de Granada, firmó en 2005 un decreto por el que prohibía el desalojo de los inquilinos de la albaicinera 'Casa del Aire', un histórico inmueble que, a partir de entonces, se convirtió en un emblema para el movimiento 'okupa' de toda España. El Ayuntamiento se alineó con la postura de los 'okupantes' del edificio, que querían evitar que fuera declarado en ruina, ya que entendían que era el paso previo para que se convirtiese en un foco de especulación urbanística. Según los activistas, la empresa propietaria perseguía la demolición de la 'Casa del Aire' para luego devolverla a la vida transformada en un bloque de apartamentos de lujo. Es decir, que el poder del dinero -en aquel tiempo la llamada burbuja inmobiliaria estaba en su apogeo y la crisis ni se intuía- iba a dar la estocada definitiva a la última 'casa de paso' que existía en la ciudad -y existe, porque aún sigue en pie-, llamada así porque contaba con dos salidas a dos calles distintas, un sistema que antiguamente se usaba para salvar las diferencias de altura que hay en un barrio con cuestas, caso del Albaicín. Los viandantes podían cruzar la casa y subir o bajar de una parte a otra del barrio sin tener que ir hasta el extremo de la calle.

El caso es que, hasta 2010, la justicia no acordó el desalojo de la 'Casa del Aire' -que no sería el último- , pero cuando eso ocurrió, el Ayuntamiento de la capital siguió defendiendo las tesis de los 'okupas' y acordó declarar que la propiedad del inmueble -otra sociedad inmobiliaria- había incumplido el «deber de conservación y rehabilitación» de la finca, que está situada en la calle Beteta -un poco más arriba de la calle Elvira-. Esa declaración era la antesala de la expropiación.

Para justificar la medida, la concejala de Urbanismo, Isabel Nieto, manifestó que si la 'Casa del Aire' no estaba en estado de ruina, era gracias a los 'okupas' y a los inquilinos, que hicieron los trabajos necesarios para su mantenimiento. La edil sostuvo que los propietarios habían incumplido en reiteradas ocasiones los repetidos requerimientos del Ayuntamiento para que hiciera las obras de urgencia necesarias con la finalidad de evitar la ruina.

La empresa afectada decidió entonces combatir la decisión municipal en los tribunales y presentó un recurso contencioso-administrativo que ahora, casi un lustro después, ya tiene sentencia: el Ayuntamiento no llevaba razón. La resolución, que no es firme, descarta que los dueños de la 'Casa del Aire' no hubiesen hecho lo necesario para evitar el deterioro del edificio. O lo que es lo mismo, que el Consistorio carece de motivos para plantear una eventual expropiación del inmueble.

En este sentido, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Granada recuerda, en primer lugar, que los propietarios de la 'Casa del Aire' no pudieron llevar a cabo obras de mantenimiento en la finca hasta el 19 de enero de 2010, que fue cuando fueron desalojados los 'okupas', luego la responsabilidad del desgaste del edificio que pudiera haberse producido antes de esa fecha no podría achacarse a la empresa. «Es un hecho claramente acreditado -indica la sentencia- que la actora -la sociedad propietaria de la casa- fue privada de la posesión del inmueble por ocupantes sin título y tuvo que ejercitar acciones judiciales civiles y penales tendentes a obtener el desalojo y la posesión del mismo. (...) De todo lo expuesto, se desprende que, aunque haya transcurrido un periodo muy largo de tiempo desde que se le impuso a la actora el deber de conservación del inmueble, ha existido una causa muy justificada que le ha impedido cumplir la obligación impuesta por la administración hasta el día 19 de enero de 2010». En realidad, este argumento fue compartido por el propio Ayuntamiento. La discrepancia estaría entonces en lo que ocurrió después, cuando la empresa ya podía actuar en la 'Casa del Aire'.

Pues bien, el juzgado tampoco ha encontrado nada que apuntale la tesis municipal de que, a partir del 19 de enero de 2010, los dueños del inmueble fueron poco diligentes a la hora conservar la vivienda en cuestión.