Los 'narcos' acusan al mando investigado de la Guardia Civil de cobrar 300.000 euros

El Juzgado de Instrucción número 2 de Granada continúa adelante con la investigación sobre la presunta implicación en redes de narcotráfico de un alto mando de la Guardia Civil que ejerció de comandante en Granada hasta el año 2006, incluido, y que en la actualidad se postula para general desde su puesto de trabajo en la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid.

La red de narcotraficantes que declaró contra el oficial reveló haber pagado más de trescientos mil euros en dinero negro por los supuestos servicios prestados por el mando militar, tal y como ha podido saber este periódico de fuentes del ámbito jurídico. Este dinero fue presuntamente entregado en bolsas de plástico durante 2006, el último en el que estuvo destinado en Granada como comandante del instituto armado. Los instructores judiciales pretenden conocer si esta persona, hoy bajo investigación, era quien realmente facilitaba el día, la hora y la forma de introducir toneladas de hachís en connivencia con redes de narcotraficantes que se aprovechaban de este presunto colaborador para hacer sus negocios.

La banda de narcotraficantes desarticulada en el mes de noviembre por la Guardia Civil de Granada, y gracias a la cual salió a relucir el nombre de este mando militar, estaba compuesta por 17 personas. Además de las acusaciones por la presunta entrega de más de 300.000 euros, hay otras como que el investigado estaba detrás de la presunta entrada de, al menos, 16.000 kilos de hachís procedentes del norte de África, durante 2006. En principio, parece que supuestamente está vinculado a más alijos de hachís que pudieron entrar por las costas granadinas durante el periodo señalado.

La banda desarticulada por la Guardia Civil, tal y como informó el instituto armado el pasado mes de noviembre cuando dio cuenta de esta importante operación contra el narcotráfico, estaba operativa desde hacía al menos «una década» y en su cúpula había un ciudadano marroquí asentado en Málaga; el resto de sus componentes eran de Armilla, Cogollos Vega, Salobreña, Otura y Calicasas. No es demasiado habitual desarticular una banda de narcotraficantes en su totalidad desde el eslabón más pequeño al más grande, como ocurrió el pasado 15 de noviembre.

La Guardia Civil se incautó de 2,1 toneladas de hachís en el marco de esta operación, bautizada con el nombre de Golía. El hachís fue desembarcado en la playa de El Cambrón, en Salobreña, y los arrestados repartieron la droga entre un chalé de Salobreña y dos viviendas de Armilla y Cogollos Vega .