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Juan Redondo Nieto con el doctor Daniel Martínez, que le ha dirigido el trasplante de córnea
Juan puede ver la vida con su nueva córnea

Juan puede ver la vida con su nueva córnea

Tiene dos hijas y ha recuperado un 35% del ojo derecho: «Distingo las caras y algunas letras, mientras antes solo percibía la claridad»

Ángeles Peñalver

Martes, 2 de diciembre 2014, 00:23

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Juan Redondo Nieto, de 41 años, veía con su ojo derecho solo un 5% de lo que acontecía en su bello pueblo de Valderrubio, donde Federico García Lorca se inspiró para crear una de sus mejores obras dramáticas, 'La casa de Bernarda Alba'. El hombre, padre de dos niñas pequeñas, sobrellevaba como podía su particular pena de no ver casi nada con ese ojo debido a una deformidad de la córnea, un queratocono, que le evolucionaba desde hacía cinco años.

Para frenar la patología, se atrevió hace dos meses a realizarse un trasplante y escogió una clínica privada, el Instituto Oftalmológico de Granada (IOG), donde se lo realizó el doctor Daniel Martínez Rodríguez, en quien el paciente confiaba. «Hace cinco años era camionero y dejé ese oficio por los problemas de visión. Luego empecé a trabajar en un almacén de ropa usada, donde también está empleada mi mujer. Me costaba mucho trabajo acudir a las citas de la Seguridad Social por la mañana y por eso escogí la clínica privada, que además me la recomendó una amiga de mi madre a quien le había ido muy bien», narra Redondo, a punto de volver a trabajar.

Normalmente, en la Seguridad Social las córneas se suturan (cosen) mediante el método tradicional y la recuperación es más lenta. Cuando el doctor le dijo a Juan que iba a debutar en ese tipo de procedimiento con él y que además implicaba un nuevo modelo de láser, el paciente no sintió miedo. La tecnología se conoce como Femtosegundo VisuMax y permite una especie «de corte frío» que provoca menos efectos secundarios.

Paciente y doctor se unieron así, sin reparos, a los centros de vanguardia que utilizan microcirugía ocular y culminaron con éxito la primera femtoqueratoplastia -cirugía de trasplante de córnea asistida con la nueva tecnología- de toda Andalucía. «Estoy contentísimo, no veía nada. Ahora he recuperado sobre el 40% de la capacidad del ojo. Antes apenas distinguía la claridad de lo oscuro y ahora puedo ver las caras y algunas letras si son grandes», espeta el granadino mientras se ríe y reconoce que está desesperado por incorporarse a su vida laboral.

En lista de espera

El doctor Daniel Martínez Rodríguez explica que pocas clínicas particulares están acreditadas para realizar transplantes, pero que una vez que se cumplen esos trámites burocráticos sus pacientes se ponen en lista de espera para recibir un órgano o tejido de un donante cadáver al igual que el resto de demandantes de la sanidad pública. «La Organización Nacional de Trasplantes deriva el órgano según la prioridad del enfermo», apostilla el cirujano, quien precisó media hora para devolver un 35% de visión a su paciente.

«El diagnóstico es muy positivo, pues ha recuperado la visión y apenas tiene molestias postoperatorias. Este láser realiza cortes de precisión nanométricos, lo que es fundamental para un tejido tan sensible como la córnea, ya que no la deforma, inflama o daña. Además es frío, a diferencia de otros utilizados en la cirugía ocular, por lo que no produce quemaduras en los tejidos», abunda el joven doctor, que también trabaja en el hospital Universitario Virgen de las Nieves y tiene un máster en Cirugía Refractiva por la Universidad de Alicante.

«Llevaba un año y medio en lista de espera. Mi doctor rechazó algunas córneas porque según me explicó no daban la calidad. Estoy muy satisfecho. Si antes tenía claro que iba a donar mis órganos, ahora lo tengo mucho más si cabe, porque esto es una cosa de agradecer», remarca Juan Redondo, quien dice que ha preferido pagarse de su bolsillo la cirugía, «algo más cara que una de miopía», y quitárselo de otras cosas. «Depende de las prioridades de cada uno», de despide el paciente. Tanto él como sus doctores, no obstante, reclaman que la intervención se contemple dentro de las carteras de servicios de las compañías privadas.

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