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El ‘efecto cañón’ a causa de la estrechez de las calles provocó el fuerte viento del fin de semana

El vendaval del sábado fue avivado por la inusual cercanía entre una borrasca localizada en el Golfo de Cádiz y un anticiclón en el Mediterráneo

LAURA SANTACRISTINA

Martes, 25 de noviembre 2014, 11:49

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El otoño, que hasta ahora apenas se había dejado sentir, llegó de forma huracanada el pasado sábado. El cielo se fue cubriendo de una espesa capa de nubes grisáceas y los pararrayos comenzaron a tambalearse peligrosamente sobre las azoteas. Pasado el mediodía, furiosas rachas de viento que llegaron a alcanzar los 80 kilómetros por hora en la capital hicieron volar la ropa tendida y cubrieron las calles de hojarasca.

Lo que azotó la provincia fue una tormenta de polvo y humo africanos recalentados, un fenómeno «infrecuente por haber sucedido a finales de noviembre, pero no raro», según destacó el profesor de Física Aplicada de la UGR Francisco José Olmo. En los núcleos urbanos, el efecto cañón la intensificación de la velocidad del viento a causa de la estrechez de las calles, los recovecos y la altura de los edificios en las ciudades provocó torbellinos y fuertes corrientes.

Para que el vendaval se creara tuvieron que coincidir diversos factores: un determinado tipo de viento, el encuentro de bajas y altas presiones y la orografía. El origen corresponde a unas masas de aire africano calientes que se desplazaban de forma muy directa hacia la Península.En su camino, toparon con la cordillera del Atlas marroquí y se volvieron más ardientes y veloces, y se impulsaron hacia Andalucía, donde al interaccionar con las sierras meridionales se comprimieron y recalentaron todavía más.

Sin embargo, lo más destacable es la proximidad que había entre una baja presión o borrasca en el Golfo de Cádiz y una alta o anticiclón en el Mediterráneo, un encuentro que provocó que el viento entrase casi directamente. Lo hizo en forma de calles de nubes, que se producen cuando el aire arrastra partículas de polvo. Por eso el cielo se cubrió de una espesa capa color ceniza y no se podían apreciar las cumbres de Sierra Nevada.

«No he visto un aire tan fuerte nunca», comentaban algunos vecinos;sin embargo, Olmo señaló que durante el verano «hemos tenido bastantes episodios así». Lo inusual es la época del año. Para ser noviembre, las temperaturas eran excepcionalmente altas:en algunos lugares se superaron los 25º durante el día y en Montillana, la mínima durante la madrugada no bajó de los 10,8º, cuando algunos observatorios hubieran registrado temperaturas entre los 0º y los 5º en condiciones normales.

Un episodio sorprendente para los granadinos que se cobró una víctima mortal:un vecino de Nigüelas de 70 años a quien le cayeron unos cascotes. Además, una anciana resultó herida en Las Gabias y se registraron hasta 145 incidencias en la provincia, entre ellas la decapitación de una estatua dedicada al escritor Ángel Ganivet en La Alhambra.

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