El denunciante de Granada avisa de otros posibles casos de abusos a menores

Esta advertencia se incluye en el decreto del fiscal que llega al juzgado de instrucción número 4 responsable de esta investigación desde el pasado 3 de noviembre. Junto a la advertencia aparece el relato de los principales abusos sufridos por este joven cuando era menor de edad y en el que hace saber que fueron distintas las ocasiones en las que los distintos actos lascivos perpetrados no se hacían en la más extrema intimidad, sino en presencia de otros sacerdotes que participan de esa orgía en cualquiera de las tres viviendas de estos sacerdotes donde se producen estos abusos.

También en esa denuncia, este joven describe los abusos sufridos por una adolescente a la que identifica y de otro menor a quien parece que conocía pero no aporta una filiación tan exacta como la de la chica. El primer denunciante expone en la demanda presentada que comenzó a servir en la parroquia granadina donde se encontraba adscrito el sacerdote más implicado en esta trama a los ocho años y ahí comenzó el contacto con el párroco que hoy tiene 60 años, líder de este grupo de religiosos en la diócesis de Granada, bastante conocido entre el clero granadino. El alias de este colectivo de sacerdotes granadino responde al nombre del principal implicado. Aunque no ha sido en la carta enviada al Papa ni en la denuncia presentada ante la Fiscalía del TSJA donde el primer denunciante aporta los detalles más escabrosos de estos episodios de abusos sexuales.

La declaración efectuada en sede policial, que se prolongó por espacio de más de cinco horas el martes de la semana pasada, el denunciante aporta los detalles más duros de estos episodios, entre los que hubo penetraciones, y hace fidedigna declaración de cómo eran coaccionados mediante presiones «morales y espirituales». Hay tres sacerdotes especialmente señalados, uno de ellos el líder del grupo que invitó a la víctima a dormir en su vivienda en más de una ocasión. En la casa solo había un dormitorio, con una sola cama.

Antes de iniciarse la correspondiente investigación policial, el Vaticano de motu proprio y tras conminar al joven a presentar la correspondiente denuncia contra sus abusadores mandó a dos curas de Valencia hasta Granada para entrevistarse con esta víctima e iniciar una investigación, ajena a los movimientos del arzobispado granadino. En ese encuentro, el denunciante fue sometido a una entrevista de cuarenta preguntas «muy duras» que no hizo falta que contestara al completo porque tan solo con las quince primeras fue suficiente.

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, se defendió este miércoles de las acusaciones de dejación de funciones que está recibiendo en el caso de los abusos sexuales a menores. Sobre la posibilidad de presentar su renuncia, dijo que su vida no es suya, sino «del Señor y del Papa».

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