«Una anestesia general es tan segura como montar en avión o una central nuclear»
El hospital Virgen de las Nieves realiza 27.000 procesos al año y despunta como centro de prácticas seguras mediante la denuncia de fallos propios para mejorar
Ángeles Peñalver
Jueves, 20 de noviembre 2014, 01:56
En el hospital Virgen de las Nieves de Granada cada año se duerme profundamente -o casi al completo- a 27.000 pacientes. Algunos de ellos - ... los más extremos- pueden ser recién nacidos de poco más de medio kilo y con problemas cardiacos, como un caso que atendió el anestesiólogo Alberto Martínez Tellería. O señoras de más de 100 años para operarse de la cadera, algo que resolvió la doctora María José García Sánchez. Lejos del miedo a la sedación profunda que los enfermos suelen manifestar, los médicos encargados de esa tarea señalan que hoy día es una práctica totalmente segura, «tanto como montarse en avión o como los mecanismos de protección de una central nuclear». «Montarse en coche, por ejemplo, está por delante en los índices de riesgo», explica Martínez Tellería.
Las incidencias con repercusiones importantes para el paciente solo aparecen en 3,4 casos por cada millón de procedimientos. Sin embargo, hay muchas cosas que son susceptibles de mejora a diario, pero que no afectan gravemente a quien se somete a la anestesia. «Hay errores de localización; por ejemplo, que un usuario aparezca en el quirófano que no es y se lo tenga que llevar el celador; que alguien llegue sin marcar la extremidad (derecha o izquierda) que se va a intervenir; que haya un problema con la camilla o un error de medicación...», apostillan los anestesistas, que forman un equipo de 60 doctores y 18 médicos en prácticas, más 400 personas entre enfermería y auxiliares.
Por solucionar las incidencias y poner dobles sistemas de seguridad para que no vuelvan a ocurrir, el Virgen de las Nieves de Granada acaba de lograr la acreditación de hospital activo en el Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación. En esa red están incluidos 80 hospitales y solo 16 de ellos se han hecho con una distinción por su ejemplarizante manera de proceder.
«Tenemos una base de datos nacional en la que volcamos cualquier incidente que nos ocurre, pero bajo anonimato. Errar es humano y la capacidad de aprender de los fallos, también. La comunicación de incidentes, su análisis y el aprendizaje derivado del mismo favorecen la adopción de medidas correctoras que mejoran la seguridad del sistema», ilustra la doctora María José García, impulsora del proyecto en Granada.
Los médicos dicen que la implantación de un método de comunicación de errores es un proceso dificultoso y que requiere del compromiso en mejorar la seguridad de los enfermos. Los médicos, enfermeras y auxiliares que sufren y observan las situaciones de riesgo «tienen por regla general un claro interés por evitarlas». «El año pasado solo se comunicaron 30 incidencias, la punta del iceberg, pero se trata de ir reconociendo más y de evitarlas todas».
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