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En el simulacro participaron más de un centenar de personas
Un accidente aéreo... pero de mentira

Un accidente aéreo... pero de mentira

El aeropuerto realizó un sumulacro de percance aéreo para analizar la coordinación y los tiempos de respuesta en una emergencia

r. i.

Jueves, 23 de octubre 2014, 12:22

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El aeropuerto Federico García Lorca (FGL) Granada-Jaén realizó ayer un simulacro de accidente aéreo con el objeto de evaluar los procedimientos establecidos en su Plan de Autoprotección, así como de poner a prueba la capacidad de respuesta de los diferentes colectivos que participarían en la resolución de una emergencia de este tipo.

Todos los aeropuertos que componen la red de Aena disponen de un Plan de Autoprotección, destinado a minimizar las consecuencias que tendría un accidente aéreo o cualquier incidente que se produjera en edificios e instalaciones aeroportuarias, garantizando el cuidado de las vidas humanas y la continuidad de la operatividad. Dicho plan se mantiene actualizado mediante la celebración, cada dos años, de simulacros generales de emergencia aérea, pero también de simulacros periódicos parciales.

El ejercicio de ayer se enmarcaría en el primero de los dos grupos, aunque todos persiguen el mismo fin: analizar los tiempos de reacción de los colectivos (internos y externos) implicados y optimizar la coordinación entre ellos. El guión del simulacro giró en torno al caso de un avión que, al encontrarse indispuestos el piloto y el copiloto, realiza un aterrizaje de emergencia, se sale de la pista y se incendia. Entre el pasaje, compuesto por 30 personas (tres de ellas, miembros de la tripulación), se registran tres fallecidos, tres heridos graves y 24 heridos leves o ilesos.

Nada más presenciar el suceso, la torre de control alerta al Servicio de Extinción de Incendios (SEI) del aeropuerto y al Centro de Coordinación Aeroportuaria (Cecoa), que activa el Plan de Autoprotección, declarando la alarma general y llamando al 112 para solicitar su colaboración. En el momento en que reciben el aviso, los bomberos se dirigen al lugar del accidente, con el objeto de controlar el incendio en el área crítica, acceder a la cabina del avión, extinguir las llamas en su interior, ventilarla y rescatar a los ocupantes que no pudieran salir.

Una vez culminada la evacuación del avión, los efectivos sanitarios procedieron a clasificar a los heridos según su gravedad. Se completó todo el proceso gracias a la participación de más de un centenar de personas de diferentes colectivos.

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