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"Aguanté el dolor del disparo hasta que terminé de trabajar y luego fui a Urgencias"

El trabajador del metro al que le dispararon el pasado martes se recupera de lesiones en la oreja y en el hombro

José Ramón Villalba

Miércoles, 24 de septiembre 2014, 00:54

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El pasado martes, un trabajador de 36 años de las obras del metro recibió el impactó de un balín o de un perdigón en el casco de obra que cubría su cabeza, el plomó rebotó hiriendo la oreja y el hombro de este currante. «Fue como una pedrada y no llegó a tener el casco puesto igual ni lo estaba contando ahora», dijo ayer a IDEAL este asalariado que pidió no publicar su nombre ni siquiera sus iniciales.

La escena de este suceso se desarrolló pocos minutos antes de las doce de la noche del martes 14 de septiembre. El herido trabajaba en la zona de Andrés Segovia, cruce con la calle Palencia. «Antes del impacto recibido en el casco, escuchamos dos disparos y después de recibir el perdigonazo que yo creía que era una pedrada nos fuimos a un bar cercano para refugiarnos allí», explicó.

Este joven de 36 años, con dos hijos, aseguró que nunca le había ocurrido nada igual. «He trabajado de noche un montón de veces y en sitios peligrosos, pero nunca me había enfrentado a nada igual. Yo sé que las obras pueden resultar molestas en un momento dado, pero llegar al extremo de que te disparen balines o perdigones ya es excesivo».

Los impactos procedían de algún edificio cercano de los situados a espaldas del trabajador. «No puedo saber exactamente de cuál, ni desde qué planta, pero te vuelvo a decir que si no llevo el casco puesto, el perdigón me atraviesa la sien».

El operario decidió no abandonar su puesto de trabajo tras lo ocurrido. «Pude aguantar el dolor del disparo y cuando terminé de trabajar me fui al servicio de Urgencias del centro de salud de Armilla. Allí me dieron un parte de lesiones y me dijeron que en el hombro no se había quedado ningún resto de plomo».

Investigación

Antes de acudir al centro de salud contactó con la Policía Local de Granada.Una pareja de agentes se desplazó al lugar donde se registraron los disparos para tomar la filiación del herido e intentar localizar al autor de los disparos, sin demasiada suerte. La víctima no presentó la correspondiente denuncia hasta el jueves, dos días después, tras personarse en dependencias de la comisaría provincial de policía de la Zona Norte para informar sobre lo sucedido y ayer fue llamado para declarar ante los agentes que tratarán de averiguar quién disparó.

«Hombre, si me paro a pensar incluso me puede dar miedo cuando me veo trabajando porque nunca se sabe qué puede pasar si una persona pierde los papeles y hace una locura».

El trabajador no da crédito a lo ocurrido. «No quiero ni pensar si me hubiera ocurrido algo más grave de lo que me sucedió. Me dolió bastante y el hombro lo tengo fastidiado», explicó. Mientras tanto, no se han vuelto a registrar nuevos episodios de este tipo. La Policía Nacional ya ha iniciado la correspondiente investigación para esclarecer lo sucedido y de forma paralela este asalariado trata de reponerse del susto cómo buenamente puede. «Ojalá no vuelva a ocurrir nunca nada igual», advirtió el trabajador.

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