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Raquel Blanco y David Pérez están al frente del aeropuerto durante el mes de agosto.
«Siempre hay algo que hacer en un aeropuerto»

«Siempre hay algo que hacer en un aeropuerto»

Dos personas ejercen la función de la directora del Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén durante las vacaciones de la principal responsable. David Pérez es el jefe de Recursos Humanos y Raquel Blanco, la jefa de Operaciones y Seguridad. Ambos se turnan en agosto

Daniel Olivares

Viernes, 15 de agosto 2014, 00:45

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La actividad del Aeropuerto Federico García Lorca, que da cobertura aérea a las provincias de Granada y Jaén, no se ve alterada apenas durante el verano. El número de operaciones de vuelo, al margen de algunos charters o jets privados que aterrizan o despegan del aeródromo, es el mismo prácticamente durante la época estival. En ese sentido, la instalación de Chauchina es diferente a otros muchos aeródromos del mapa ibérico, que ven multiplicada la carga de trabajo de un modo exponencial al número de turistas que desembarcan en ellos. Ocurre en Ibiza, Palma de Mallorca o Canarias. Quizá también en Málaga. Pero no así en Granada. «Nuestro aeropuerto no es estacional, es más bien lineal», aclara Raquel Blanco, ingeniera aeronáutica de 35 años y jefa de Operaciones y Seguridad del aeropuerto granadino.

Es ella, junto a David Pérez, jefe de Recursos Humanos del García Lorca, quien ejerce las funciones de máxima responsable durante el tiempo que la directora, Marta Torres, permanece de vacaciones en agosto. Ambos se turnan. Primero lo hace David, quien se prepara a sus 40 años para ser padre de nuevo en breves fechas. Después, Raquel recoge el relevo de su compañero. Mientras trabajan codo con codo porque todo transcurra con la normalidad deseada en un aeropuerto que vio reducida su actividad en los últimos años y que vive un optimista repunte de pasajeros desde hace un años tras la llegada de la nueva conexión con Londres que opera British Airways.

Los partes del día

«Realmente nuestra función no varía mucho. Seguimos trabajando cada uno en lo nuestro, con la única diferencia de que tenemos que leer los dos partes de servicio diarios donde se recogen todas las incidencias, uno del turno de mañana y otro del tuno de tarde. Estamos informados en todo momento de lo que ocurre en el aeropuerto», explica David Pérez. No quiere decir esto que el trabajo de la directora sea tan sencillo, sino que simplemente, tanto David como Raquel asumen algunas funciones más de las que habitualmente ejecutan.

El mes de agosto no es muy diferente al resto de meses del año. La actividad es similar. Sin embargo, eso no significa que la tranquilidad reine en la pista de Chauchina y en el resto de edificios que conforman el pequeño aeropuerto granadino. «Aquí siempre hay algo qué hacer», apunta el jefe de Recursos Humanos. «Hay mucho trabajo, aunque no haya operaciones [de vuelo] que atender. Aunque está todo atado y pensado», añade la jefa de Operaciones y Seguridad.

Ambos son madrileños de nacimiento y ya granadinos de adopción. David, además, tiene raíces en la tierra. «Parte de mi familia es de Granada y siempre he tenido relación con la ciudad. De pequeño venía bastante a ver la familia», señala este licenciado en Derecho que encaminó sus pasos hacia una rama en la que quizá nunca hubiese imaginado trabajar, la aeroportuaria. Y ya va para diez años que trabaja para Aena en las instalaciones granadinas. «No me imaginaba trabajando para el aeropuerto, pero la verdad es que estoy muy contento y muy a gusto. No es un trabajo estático, sino todo lo contrario. Lo cierto es que toda la gente de la empresa o que viene a trabajar aquí por un tiempo y luego regresa a las oficinas de Madrid, luego lo echa de menos», detalla.

Aficionada desde pequeña

A Raquel siempre le atrajeron los aviones. «Mi padre me llevaba a Barajas a verlos despegar y aterrizar», recuerda. Eso hizo que la afición por la aeronáutica se introdujera en sus genes. «Siempre me han gustado los aviones. No pilotarlos, sino conocer su funcionamiento y su construcción», explica. A pesar de no llamarle la atención eso de colocarse a los mandos de una nave, sí que es un gran aficionada a volar.

«Disfruto mucho viajando en avión. También me gusta mucho el ambiente de los aeropuertos y el tiempo que paso en ellos durante las esperas de los vuelos», confiesa Raquel. Este verano, por supuesto cuando acabe su turno como suplente de lujo, tiene previsto hace un viaje, aunque aún no tiene claro dónde. David Pérez, en cambio, se quedará en casa en cuanto le llegue el turno de iniciar sus vacaciones. La paternidad ha llamado otra vez a su puerta y su mujer, granadina, está cerca de salir de cuentas. Desplazarse a algún sitio no es lo aconsejable en estos momentos.

Mientras llegan los días de asueto, David y Raquel esperan que no ocurra ningún incidente destacable y que la normalidad sea la nota durante el mes de agosto, tal y como sucede a lo largo de todo el año. «La afluencia turística no varía en verano. La oferta de Granada es durante todo el año y la Costa no influye tanto como en Málaga. Casi la única novedad es la de los granadinos que viven fuera, que regresan unos días».

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