La Audiencia juzga a 'Rachid', considerado uno de los mayores narcotraficantes de Europa

Saoud Rezgani, alias 'Rachid', figuró durante nueve años en la lista de los delincuentes más buscados en Europa. A lo largo de todo ese tiempo logró dar esquinazo a las fuerzas de seguridad y, a la vez, consiguió convertirse en uno de los mayores narcotraficantes de hachís del continente.

La suerte le dio la espalda en julio de 2012, cuando fue detenido tras dirigir, supuestamente, un desembarcó de casi 1.500 kilos de droga en la granadina playa de 'la Cagaílla', en el término municipal de Salobreña. Terminaba una escapada que había comenzado en 2003, cuando 'Rachid', una ciudadano marroquí que ahora tiene 38 años, se fugó de una prisión de Suecia en la que cumplía condena por tráfico de estupefacientes. Fingió una enfermedad y, cuando era trasladado al hospital, se lío a golpes con sus guardianes y desapareció. 'Rachid' pasaba a ser una sombra escurridiza con múltiples identidades.

En 2012, antes de ser detenido por la Guardia Civil por su presunta relación con el alijo de hachís intervenido en el litoral granadino, burló dos cercos policiales en las localidades malagueñas de Marbella y Nerja. Pero a la tercera fue la vencida y cayó en un aparcamiento de la capital malacitana. Desde entonces está entre rejas.

Once acusados

El próximo lunes, día 30 de junio, 'Rachid' saldrá del presidio para sentarse, junto a otras diez personas, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Granada. La Fiscalía Provincial pide para él trece años de cárcel por la presunta comisión de un delito contra la salud pública, otro de organización criminal y un tercero de falsedad en documento oficial.

El ministerio público también le exige el pago de una multa de siete millones de euros, además de otras sanciones económicas de menor entidad.

Aparte de la notoriedad del supuesto jefe de la banda, este caso tuvo una especial repercusión por la presunta implicación de un sargento de la Guardia Civil que ejercía sus funciones en Vélez de Benaudalla, localidad en la que la red tenía un piso destinado a servir de almacén para la droga. Este agente, que al igual que 'Rachid' lleva dos años encerrado, se enfrenta a una petición fiscal de cuatro años y tres meses de reclusión por un delito de narcotráfico de una sustancia, el hachís, que la ley considera que no causa un grave daño a la salud.

Asimismo, el fiscal reclama que el guardia civil abone una multa de otros siete millones de euros y que se le inhabilite durante el tiempo que dure la condena.

Según el escrito de acusación del ministerio público, el agente en cuestión estaba de permiso cuando se produjo el desembarco de la droga en 'La Cagaílla' «sin que entregara, como era procedente y habitual, el teléfono móvil corporativo al segundo en el puesto». La fiscalía asegura que el sargento también dio «vueltas alrededor de la urbanización en que se encontraba el piso establecido como 'guardería' de la sustancia alijada, que se encontraba cercado policialmente», algo que, supuestamente, el acusado sabía, lo que no «impidió» que anotase las matrículas de los vehículos «camuflados» que estaban participando en el operativo.

En cuanto a los nueve procesados restantes, entre los que hay un ex miembro de la Guardia Civil que fue expulsado del cuerpo y un policía retirado, la fiscalía pide que sean condenados a penas que oscilan entre uno y nueve años de prisión, y exige que siete de ellos paguen multas de siete millones de euros.

La Audiencia Provincial de Granada espera que el macrojuicio, que arranca el 30 de junio, se prolongue hasta el día 4 de julio.