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Agentes de Medio Ambiente sacan al animal del bar Volapié, junto al Teatro Isabel la Católica. :: ALFREDO AGUILAR
Fallece la jabalina que paseaba por Granada
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Fallece la jabalina que paseaba por Granada

Según fuentes veterinarias, el estrés que le causó la extraña situación y las heridas en su cuerpo al destrozar el baño provocaron su muerte

J. R. VILLALBA

Sábado, 26 de abril 2014, 03:54

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La hembra de jabalí que paseaba por las calles de Granada ha fallecido. Según fuentes veterinarias, al parecer el estrés de la extraña situación vivida por el animal podría ser una de las causas de su muerte. Además, la jabalina tenía varias heridas tanto en su morro como por el resto del cuerpo, provocadas al destrozar ella misma todas las piezas del baño en el que estuvo encerrada. Al parecer, quizá falleció en el camino hacia el centro de especies amenazadas de Pinos Genil.

En el baño de un bar

Granada es una ciudad mágica donde, cualquier tarde, paseando por Puerta Real o mientras reclamas la tapa gratis en algún bar, te puedes cruzar con... un jabalí salvaje. Le sucedió a las tres familias que, a eso de las nueve y media de este miércoles, tomaban una cerveza en el bar Volapié, justo a la espalda del teatro Isabel la Católica. De pronto, entró un jabalí salvaje en concreto una hembra de pelo negro y unos 40 kilos y se encerró en el baño de caballeros. Se entiende que a campo abierto no hacen distinción por sexo cuando la necesidad aprieta.

Dos horas después, un dispositivo de medio centenar de efectivos entre policías locales, nacionales y agentes de Medio Ambiente conseguía sacar al bicho todavía medio adormecido. Por suerte, no echó el pestillo por dentro.

En realidad, todo había empezado a las seis y media de la mañana, cuando un joven que hacía footing por el Paseo de los Basilios se topó con el jabalí errante en sentido estricto, una jabalina. A las siete correteaba por Puente Verde y, a lo largo de la mañana, otros viandantes aseguraban haberlo visto por otras partes de la capital. Pero no había nada en concreto, todo parecía una leyenda urbana. Hasta que una llamada alertó a la Policía Local a las nueve de la noche y un coche de patrulla localizó al ejemplar en la Fuente de la Bicha. Desde allí bajó escoltado hasta el Paseo del Salón y subió por la calle San Matías.

Cuando el jabalí irrumpió al trote en la céntrica calle Moras el reñido partido entre el Real Madrid y el Bayer de Munich pasó de inmediato a un segundo plano. Ni siquiera la Champions podía rivalizar con el espectáculo de ver a un animal salvaje en el corazón de Granada, en la mismísima Puerta Real. En un primer momento, se dirigió hacía el mesón Sanabria, pero se topó con Adolfo, un experimentado cazador que, armado con un taburete, espantó a la jabalina. La bestia volvió sobre sus pasos, hociqueó en el escaparate de una tienda de ropa que dejó lleno de babas y, acto seguido, se coló en el baño de caballeros del bar, un reducido habitáculo en el que habría de permanecer encerrada durante unas dos horas y media.

Tiempo suficiente para que un centenar de curiosos se arremolinara alrededor del cordón policial. Hubo que esperar a que trajeran una escopeta desde Pinos Genil con la que disparar un calmante que dejara al bicho grogui. Pero aún quedaba un obstáculo que salvar: abrir la puerta del cuarto de baño sin que el animal embistiera bruscamente a su oponente. En ese momento, los espectadores ya echaban de menos irónicamente a El Fandi.

Finalmente, a las 23.30 sacaban al jabalí entre aplausos y lo trasladaban hasta el centro de especies amenazadas de Pinos Genil. El baño quedó destrozado y lleno de sangre.

Desde este miércoles, es un poco más real esa máxima que reza que todo es posible en Granada.

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