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Desarrollan unas lentes de contacto con nanodiamantes para tratar el glaucoma
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Desarrollan unas lentes de contacto con nanodiamantes para tratar el glaucoma

Se mejora así el tratamiento ya que se evita el uso de las, muchas veces, olvidadizas gotas

MERCEDES BARRUTIA

Miércoles, 23 de abril 2014, 16:12

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Investigadores de la Universidad de California han desarrollado un método de aplicación de fármacos oftalmológicos que suponen una mejora en el tratamiento del glaucoma. Se trata de una lentilla compuesta por nanodiamantes que suministran la medicación en el ojo al interactuar con las lágrimas del paciente. La alternativa presenta efectos secundarios menores que los actuales y además mejora el cumplimiento riguroso de su dosificación.

Dicen los expertos que el glaucoma es una enfermedad silenciosa. Ataca a los ojos y se caracteriza por el aumento patológico de la presión intraocular. La falta de drenaje en el órgano provoca una neuropatía óptica que se caracteriza por una pérdida de las fibras nerviosas del nervio óptico de forma progresiva. En la actualidad, el tratamiento que se emplea para paliarlo es en forma de gotas, lo que supone un riesgo para el paciente porque muchas veces se olvida su toma y, además, tiene efectos secundarios. La nanotecnología ha conseguido desarrollar un método para administrar el medicamento más eficaz y con menos problemas: unas lentillas.

El mecanismo es sencillo además de beneficioso. En las lentes de contacto con nanodiamantes se introduce la cantidad oportuna del fármaco destinado a tratar el glaucoma, el llamado timolol oftálmico. Esta sustancia medicamentosa se libera al entrar en contacto con la lisozima, una enzima que es abundante en las lágrimas, y así el compuesto actúa en el ojo del paciente. Sin más problemas, sin gotas, sin olvidos y con nanotecnología. Las lentillas no impiden ni modifican la calidad de la visión en el paciente y además han pasado las pruebas pertinentes de oxigenación y lubricación.

La lentilla se compone de nanodiamantes que miden cinco nanómetros de diámetro y tienen la forma de pequeñas pelotas de fútbol, según explican los científicos californianos. Estas pequeñas partículas se pueden enlazar a moléculas de una amplia gama de fármacos, y hacen posible que el medicamento se libere poco a poco en el ojo, durante un largo período de tiempo, dicen desde Noticias de la Ciencia y la Tecnología (NCYT), plataforma que recoge el estudio.

El uso de las gotas es considerado por algunos expertos como peligroso ya que sólo el 5% de la cantidad administrada es eficaz. Además, uno de los varios efectos secundarios es la alteración del ritmo cardíaco acompañado de la sequedad del ojo.

Parece que los diamantes, aunque sean nano, sí pueden ser buenos amigos.

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