Edición

Borrar
Imagen de un juicio suspendido en un juzgado de la Caleta en febrero por la falta de un intérprete. :: IDEAL
Los juzgados granadinos suspendieron uno de cada cuatro juicios en 2013
GRANADA

Los juzgados granadinos suspendieron uno de cada cuatro juicios en 2013

El presidente del TSJA lo considera una de las disfunciones más graves de la justicia y el juez decano reclama más medios personales

MANUEL PEDREIRA

Martes, 22 de abril 2014, 02:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El 23% de los juicios señalados en Granada el año pasado no llegó a celebrarse. El porcentaje de suspensiones es variable según la jurisdicción pero en ningún caso se sitúa por debajo del 16% y en alguno, como en el orden social, se alcanza el 33% Señalar un juicio y que llegado el día y la hora prevista para su celebración no se celebre por cualquier causa constituye una de las vicisitudes procesales determinantes de la prolongación del tiempo de finalización del proceso.

Así lo explica el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, en la memoria del Alto Tribunal andaluz correspondiente a 2013. «Son, sin duda, una de las disfunciones más graves que se producen en el proceso ya que, a la problemática existente en relación al constante incremento de procedimientos, la suspensión del juicio o vista señalada conlleva que el hueco que estaba previsto para ese día no pueda cubrirse con la inclusión de otro juicio, con el consiguiente perjuicio para la buena marcha del juzgado».

En Granada, el porcentaje de suspensiones ha crecido en 2013, excepto en la jurisdicción penal, donde ha bajado hasta el 16%, cifra similar al año 2011. Después de la jurisdicción social, la civil suspende una cuarta parte de los juicios que señala (25%), mientras que la contencioso administrativa se queda en el mismo 16% que la penal, aunque aumenta respecto al año anterior. En cifras globales, de los 38.638 juicios que se debían haber celebrado en 2013, se suspendieron 8.789.

Estas cifras ponen de manifiesto, según Del Río, la necesidad de llevar a cabo cambios estructurales en la organización de las oficinas judiciales y de intensificar el control de los posibles defectos procesales en las fases del procedimiento previas al juicio o vista.

El juez decano de Granada, Jesús Rodríguez Alcázar, reconoce que un cierto porcentaje de suspensiones «es inevitable». El decano explica que cuando se hace el señalamiento de la vista, se empieza a intentar citar a las partes, «y eso no siempre es tarea sencilla», subraya.

La dificultad se acrecienta si no media mucho tiempo entre el señalamiento y la celebración del juicio. Puede ocurrir que el día previsto no se haya podido citar a alguna de las partes, o no conste en el juzgado si está o no citada, y ante eso se debe suspender. «Hay una parte de las suspensiones que realmente se deben a errores del propio juzgado, que no ha tramitado algún escrito, o no ha actuado con toda la celeridad necesaria, pero un porcentaje de error es difícil de evitar, y es también fruto de la sobrecarga de trabajo existente», puntualiza el magistrado. «También las propias partes son a veces responsables de las suspensiones, planteando el último día cuestiones que podrían haber planteado previamente y que obligan a suspender la vista», agrega.

Más acuerdos

El decano es el titular del Juzgado de lo Social número 1, precisamente el orden jurisdiccional en el que se registran más suspensiones. Lo atribuye a dos motivos fundamentales. El primero es que hay más acuerdos y es normal suspender porque se está en vías de conciliar el asunto. En segundo lugar porque las demandas son bastante escuetas, la ley prevé que se puedan hacer sin asistencia letrada, y llegado el acto del juicio se puede advertir que precisan de alguna aclaración, o es necesario demandar a alguien que no estaba inicialmente demandado, lo que obliga a suspender.

«Acabar con todas las suspensiones no es posible -lamenta- pero se podrían reducir significativamente con más medios personales para poder prestar una atención mejor a cada asunto, también con un sistema informático que ayudase a detectar errores y realizase alertas».

El decano reclama también a los profesionales (abogados, procuradores) que tomen conciencia de poner en conocimiento del juzgado con la mayor antelación posible cualquier causa que pudiera provocar la suspensión, y que con ello o bien se puede evitar, o si es inevitable se puede utilizar ese hueco para poner otro juicio en su lugar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios