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Más de 35.000 euros por una arqueta robada, un dedo pillado o un socavón en la acera
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Más de 35.000 euros por una arqueta robada, un dedo pillado o un socavón en la acera

En los últimos años, el Ayuntamiento de Granada ha tenido que hacer frente a múltiples indemnizaciones por sucesos muy variopintos y sorprendentes

JUAN RAMÓN OLMOS

Lunes, 21 de abril 2014, 11:37

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El pasado lunes, nos enterábamos de que el Ayuntamiento había sido condenado a pagar algo más de 16.000 euros a una mujer tras su caída en la calle mientras miraba un escaparate. El curioso suceso no es, ni mucho menos, el único por el estilo en el que se ha visto envuelto el consistorio de la capital en los últimos años. He aquí un repaso a los más llamativos:

Una alcantarilla, varios dientes caídos: Noviembre de 2011, a la altura del número 13 de la calle Ramón y Cajal. Una mujer se dispone a cruzar un paso de cebra cuando tropieza con una tapa de alcantarilla que estaba suelta. El traumatismo que se produjo al caerse al suelo fue bastante fuerte. Sufrió la fractura no desplazada de huesos propios, avulsión incompleta de dientes y contusión en ambas manos. Su reclamación patrimonial al Ayuntamiento, por la que pedía el pago del tratamiento odontológico al que se tuvo que someter (20.900 euros), fue desestimada. Así que esta mujer decidió acudir a los tribunales, que le dieron la razón en parte. El juzgado consideró probado el mal estado de la alcantarilla en cuestión, pero también estimó que la demandante ya tenía una enfermedad periodontal que, con el paso del tiempo, le hubiera provocado la caída de esos dientes. El resultado: una condena al consistorio a indemnizar a la mujer con 12.540 euros.

Una señal de tráfico rota con "cantos punzantes": El 8 de abril de 2006, una mujer que andaba por la calle Martínez de la Rosa, esquina Pintor Rodríguez Acosta, tropieza con un "objeto metálico resultante de una señal de tráfico rota, que se encontraba con los cantos punzantes". Del golpe tarda en recuperarse 60 días, de los que 30 no pudo dedicar a sus ocupaciones habituales. En la sentencia, la magistrada del Juzgado de lo Contencioso 1 concluía que existía un nexo de causalidad entre el fallo de funcionamiento del Ayuntamiento, por no arreglar la señal víctima de un ataque vandálico, y el daño producido. Pero también había parte de culpa en la víctima, según la sentencia, por querer cruzar la calle por un lugar no permitido en lugar de por el paso de peatones. En consecuencia, se rebajó a la mitad la indemnización que pedía, de 5.000 euros, y el Ayuntamiento quedó condenado a pagarle casi 2.500 euros.

La arqueta con la tapa robada: Una mujer aparca su coche en la calle Pintor Soriano Quirós pero, al salir del vehículo, no hace pie ya que falta la tapa de una alcantarilla. Las lesiones de esa caída se tardan en curar 141 días, durante 35 no puede hacerse cargo de sus ocupaciones habituales y, además, le quedan secuelas. El Ayuntamiento tuvo que pagar 7.400 euros a la perjudicada en concepto de indemnización, porque la resolución judicial era firme. Lo curioso es que la arqueta que faltaba había sido robada y, de hecho, faltaban varias más en la misma calle, pero el tribunal estimó que el consistorio no había actuado correctamente ya que hacía un mes que las tapas de alcantarilla habían sido sustraídas y aún no se le había puesto remedio a la situación.

El dedo pillado en Los Mondragones: Ocurrió en 2008. Una ráfaga de viento cerró de golpe una pesada puerta de hierro y atrapa el pulgar de la mano izquierda de una ciudadana en el acceso a las dependencias municipales de Los Mondragones, en el distrito Beiro. La afectada reclamó al Ayuntamiento pero este desestimó la petición, y la justicia le dio la razón a esta mujer, a la que ordenó indemnizar con 3.232 euros, más intereses. ¿Pero por qué tuvo que pagar el consistorio si fue un accidente provocado por el viento? Según la sentencia, en la puerta faltaba un muelle de seguridad necesario para evitar el portazo.

El socavón de Sara Cifuentes: El 5 de agosto de 1998, esta anciana caminaba por una bocacalle de Avenida de Dílar cuando, al doblar la esquina, se topó con un socavón en la acera y cayó al suelo. Aquello le costó una fractura de codo y la implantación de una prótesis, pero la operación no tuvo buen resultado. Con dolores permanentes, la señora Cifuentes reclamó al Ayuntamiento y éste, tras derivar el caso a su compañía de seguros, aceptó pagarle 1.700.000 pesetas (algo más de los de 10.000 euros de hoy en día). Su caso fue especialmente relevante porque fue la primera vez que el consistorio granadino aceptó pagar sin pasar por vía judicial.

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