Edición

Borrar
Dos turistas, en la piscina del hotel Robinson, que ha reabierto sus instalaciones. :: JAVIER MARTÍN
La Costa recupera 1.238 plazas hoteleras de cara a Semana Santa
COSTA

La Costa recupera 1.238 plazas hoteleras de cara a Semana Santa

Reabren dos de los grandes cuatro estrellas, aunque el destino, que ha llegado a perder dos mil camas en invierno, no volverá a estar a pleno rendimiento hasta mayo

MERCEDES NAVARRETE

Lunes, 7 de abril 2014, 02:39

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las grandes fábricas de la Costa Tropical -que no son otras que sus hoteles de cuatro estrellas- vuelven a ponerse en marcha y a pleno rendimiento de cara a la primera gran cita turística del año. Tras un duro invierno, en el que han llegado estar cerradas dos mil camas por la imposibilidad de mantener los establecimientos abiertos ante la caída de la ocupación, la Costa Tropical se prepara para afrontar la primera gran cita turística del año con refuerzos. Reabren sus puertas los dos cuatro estrellas más grandes de la Costa granadina, el Robinson en Motril y el Playa Cálida, que llevaban cerrados desde noviembre, lo que vuelve a poner en servicio 1.238 camas.

Mientras que el hotel Robinson en Motril (600 camas) abrió el pasado domingo, el Playa Cálida de Almuñécar (638 camas) lo hará el próximo viernes, 11 de abril. Sin embargo, la planta hotelera de la Costa aún no estará completa esta Semana Santa, ya que retrasan su apertura otros establecimientos que tradicionalmente cierran en invierno, como el hotel Sol Los Fenicios (82 plazas) uno de los cuatro estrellas de La Herradura. También habrá que esperar al menos hasta el mes de mayo para que comience a funcionar la mitad del complejo turístico Best Alcázar -las 500 camas de sus apartamentos que se han cerrado en invierno- aunque sí se han mantenido abiertas las 482 plazas del hotel, como explica su director Carlos Campos. En un gran complejo de cuatro estrellas como este, con tres edificios, cerrar una parte es fundamental para superar la temporada baja «en la que hemos llegado a tener días de cero clientes». A partir de mayo, el hotel volverá a funcionar a pleno rendimiento y la plantilla se doblará, alcanzando los 150 trabajadores.

También lo han pasado mal este invierno en el Hotel Almijara de La Herradura (78 camas), que permaneció cerrado desde el puente de diciembre hasta San Valentín y como admite su gerente y propietaria, María Luisa Martín Cuevas, si lo llegan a saber prolongan el cierre «porque ha sido durísimo». «Incluso esta Semana Santa se presenta floja, tenemos ofertas de 4x3, descuentos del 15% y parece que no sirven de nada», lamentaba Cuevas. Durante el invierno también clausuraron temporalmente sus instalaciones, en distintas temporadas, el hotel Almuñécar Playa (452 plazas), que reabrió sus puertas para Navidad, y otros pequeños establecimientos de menor categoría en toda la Costa, que vuelven a ponerse en marcha con la llegada del buen tiempo.

En total, unas dos mil camas cerradas de las 7.260 que conforman la planta hotelera de la Costa Tropical, con 83 establecimientos (hostales incluidos). Desde la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, que preside Rafael Lamelas, director del hotel Helios, admiten que el invierno sigue siendo durísimo para el sector turístico de la Costa Tropical, aunque este último invierno no ha llegado a ser tan nefasto como la fatídica temporada baja de 2012 en la que se llegaron a perder 2.500 camas y hoteles grandes, como el Bahía Tropical, cerraron por primera vez sus puertas en invierno.

El eterno mal

La estacionalidad no es un mal de exclusivo de la Costa Tropical, en la mayoría de los grandes destinos de sol y playa nacionales muchos hoteles echan el cierre ante la imposibilidad de mantener unas grandes infraestructuras con la caída de ingresos y ocupación de la temporada baja. De ahí que Lamelas insista en la necesidad de promoción internacional del destino para reducir la dependencia del visitante nacional y apunte la importancia de que los profesionales del sector turístico se formen en idiomas como el alemán, ruso o sueco, para atraer al mercado extranjero en invierno. Por el momento, los turistas nórdicos y los jubilados nacionales de la operación Imserso -estos últimos con una rentabilidad muy baja para los hoteles- siguen siendo el principal sostén de los establecimientos que se resisten a echar el cierre en temporada baja.

Lamelas recuerda que de cara a esta Semana Santa, la apertura de estos dos grandes hoteles, el Robinson y el Playa Cálida, supone un espaldarazo no solo para la oferta turística de la Costa sino para toda la economía local de la Costa. «No sólo vuelven los turistas a estos hoteles sino que se mueve todo el mercado local de los proveedores, carnicerías, panaderías...», apunta Lamelas. Además se reincorporan a sus puestos de trabajo, entre ambos establecimientos, unos 300 empleados fijos discontinuos de las plantillas. Las previsiones para Semana Santa todavía son una incógnita, el cliente suele esperar hasta el último momento y el factor meteorológico será fundamental. «Las reservas no están cerradas y van a depender mucho del tiempo. Se espera buena ocupación pero solo de viernes a domingo, no como en los años anteriores a la crisis en los que se llenaba cinco días», concluye el presidente de los hoteleros.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios