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Un camarero aliña una ensalada con aceite de oliva de una botella irrellenable. :: RAMÓN L. PÉREZ
Seis de cada diez negocios hosteleros cuentan ya con aceiteras irrellenables
GRANADA

Seis de cada diez negocios hosteleros cuentan ya con aceiteras irrellenables

Los inspectores de Consumo de la Junta velarán para que se cumpla la normativa desde el próximo uno de marzo

MIGUEL ALLENDE

Lunes, 17 de febrero 2014, 11:18

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Cuando apenas restan dos semanas para que entre en vigor la nueva normativa que obliga a todos los establecimientos del sector de la hostelería y la restauración así como a las empresas de catering, a ofrecer el aceite de oliva a sus clientes debidamente presentado en envases etiquetados, provistos de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización y que dispongan de un medio de protección que impida su rellenado, al menos seis de cada diez de los mismos ya lo han hecho. Es decir, cerca de 3.000 de los casi 5.000 existentes en toda la provincia.

Así lo manifiestan a este periódico responsables de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo (FEHT) de Granada, quienes matizan que el cálculo está hecho a la baja y que en estos próximos días, la práctica totalidad de todos los negocios se adaptará a las exigencias legales. El presidente de esta organización sectorial, Trinitario Betoret, señala que las empresas afectadas «cumplirán sin ningún género de duda» con la normativa. De hecho, a su juicio, cuantos establecimientos cuentan ya con con los envases irrellenables han podido apreciar «una mayor satisfacción por parte del cliente al que atienden, que por lo general sabe apreciar un aceite de calidad». Al ofertar envases etiquetados, en muchos casos de variedades de virgen extra de prestigiosas marcas, «lo cierto es que lo que primero consiguen es tener un mayor caché, como ocurre con los vinos o con productos de alimentación de prestigio».

En similares términos se pronuncia Juan Luis Álvarez, vicepresidente de la misma organización patronal y bajo cuya responsabilidad queda precisamente todo el sector de restauración. «La percepción y los datos con que cuento es que se cumple con la normativa y antes de que acabe el mes la práctica totalidad de los negocios afectados tendrán este tipo de envases de cara al público», afirma este empresario.

Álvarez añade que la calidad del aceite que han ofrecido las empresas del sector en Granada hasta la entrada en vigor de la mencionada normativa, era media-alta. «El hecho de que hayamos utilizado aceiteras rellenables no quiere decir que el producto fuese de segunda;todo lo contrario. Ahora toca adaptarnos a las nuevas exigencias y los empresarios lo harán sin ningún problema», agrega en este punto.

Por lo que respecta al coste económico, Álvarez considera que el cambio de modelo supone un «incremento mínimo» que cifra en un 3%. «Si trasladáramos esta cifra al coste de un desayuno, que puede ser de dos euros, resulta un aumento insignificante que ni siquiera merece la pena repercutir», añade.

Medida beneficiosa

Otra de las partes interesadas directamente en la implantación de los envases no rellenables de aceite de oliva es el productor. Cooperativas, almazaras, envasadoras de toda la provincia han mostrado su esperanza en los efectos que pueda provocar la medida. En especial, de cara a la reivindicación de la calidad de los aceites granadinos que pueden competir, sin ningún tipo de complejos, con las mejores variedades de otras provincias productoras, como Córdoba o Jaén.

Enrique Delgado, secretario general de Infaoliva la asociación que aglutina a las almazaras industriales de todo el país afirma que la importancia fundamental en el cambio que propone la normativa aprobada por el Gobierno el pasado mes de noviembre es la que supone ofrecer al cliente información clara y veraz sobre el aceite que toma. «Ya no vale cualquier aceite; a partir de marzo, habrá una clara diferenciación y cada establecimiento podrá ofrecer el mejor producto posible», opina.

Por lo que respecta a la incidencia económica para el productor, Delgado afirma que será «muy pequeña. No tiene que notarse un incremento en el volumen de ventas, aunque ojalá me equivoque». Delgado confía en con el cambio de modelo, «lo ideal sería que el empresario hostelero y sus clientes reivindicaran el aceite de Granada como un producto de altísima calidad, pues esto supondría un gran empujón para todo el sector productivo».

Inspección

El Servicio de Consumo de la Junta de Andalucía en Granada como en el resto de las provincias de la comunidad prepara estos días la campaña de inspección que llevará a cabo a partir del próximo uno de marzo, de cara a vigilar que todos los establecimientos de hostelería afectados cumplan con su obligación en la materia que nos ocupa.

Fuentes del servicio han señalado a este periódico que aunque aún no conocen los detalles de cómo se desarrollará la misma, lo que sí pueden adelantar es que no será específica para cuantos negocios bares, cafeterías, restaurantes y firmas de catering ofrecen aceite de oliva a sus clientes. «Los inspectores harán su trabajo dentro de la campaña general de hostelería-restauración que está prevista para el presente año», explican. Eso sí, prestarán especial atención a los envases de aceite que presenten ante sus clientes.

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