Edición

Borrar
El empleado de un comercio autorizado de Granada muestra material pirotécnico. :: ALFREDO AGUILAR
El Gobierno desaconseja vender petardos a gente drogada o ebria
granada

El Gobierno desaconseja vender petardos a gente drogada o ebria

Una circular publicada en el BOJA el pasado día 18 de diciembre permite a comercios autorizados no atender a clientes con signos de embriaguez

JOSÉ R. VILLALBA

Sábado, 28 de diciembre 2013, 01:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La venta de petardos en Navidad es un clásico todos los años. No resulta raro el ejercicio en que hay algún tipo de suceso vinculado con la mala manipulación de este tipo de material pirotécnico en cualquier punto de la geografía española. Por ello todos los años suele publicarse una circular con los consejos o normas nuevas sobre el uso y comercialización de este tipo de materiales. La delegada del Gobierno central en Andalucía, Carmen Crespo, ha decretado a través de un comunicado recogido en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, BOJA, el pasado 18 de diciembre que este tipo de materiales puede dispensarse solo en establecimientos autorizados. Y desaconseja la venta del mismo a personas «que puedan encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes». Los responsables de los pocos establecimientos autorizados -nueve en toda la provincia- para vender este tipo de materiales podrán negarse a dispensarlos a personas que se encuentren ebrias o drogadas.

Los menores de edad tampoco podrán hacer uso ni comprar todo material pirotécnico de categoría 3; es decir, aquellos petardos de peligrosidad media y cuyo ruido es molesto, aunque no supera el umbral de sonido de los 120 decibelios. Los menores de 16 años y los de 12 solo pueden hacer uso de productos que apenas generan ruido y no resultan nada peligrosos, del tipo de las varas pequeñas de bengalas o los pistones que incorporan algunos juguetes. Tampoco se pueden vender petardos sueltos, sino que «la unidad mínima será el envase».

Facua recomienda a los padres y madres de los menores que orienten «de forma responsable a sus hijos sobre los riesgos que entraña la manipulación de artificios explosivos, los cuales no cumplen, en muchas ocasiones, las condiciones de seguridad recogidas en el reglamento de explosivos (real decreto 2.114/78)».

Otro de los problemas generados por la explosión de los petardos es la facilidad que tienen para hacer saltar las alarmas de los establecimientos comerciales. Un hecho que se suele producir en horario nocturno, con las consiguientes molestias para el vecindario.

La Subdelegación del Gobierno es la encargada de autorizar la venta de petardos y explosivos menores en los establecimientos comerciales, previa petición del propietario. El pasado año, solo cuatro comercios fueron autorizados en la capital y nueve en toda la provincia. Sin embargo, resulta raro encontrar una tienda de artículos de broma o chucherías que no disponga de este tipo de material. Desde febrero de 1998, la venta de estos productos está regulada por el Reglamento de Explosivos, que obliga a los comercios a cumplir unas férreas condiciones de seguridad. No hay ninguna ley que prohíba comercializarlos cuando estén homologados, pero se necesita autorización para hacerlo. Es decir, que vender artículos de pirotecnia de forma legal es complicado. De ahí la escasez de licencias, pero a pesar de ello, durante estas fechas festivas se escuchan detonaciones por todos los pueblos de la provincia. Son frecuentes los sustos y sobresaltos por las explosiones de petardos.

Indemnización

El 5 de enero de 1995 en la localidad granadina de Huétor Santillán, durante la cabalgata de Reyes, estalló una bolsa que contenía bengalas. Tres niños sufrieron heridas muy graves y el Ayuntamiento, merced a una sentencia del Tribunal Supremo, tuvo que abonarles una indemnización millonaria. Los petardos suelen tener un gramo de pólvora, aunque pueden superar con creces ese límite, sobre todo si los menores, que no son conscientes del peligro, los manipulan y hacen mezclas con ellos. Algunos incluso fabrican auténticas 'bombas' con recipientes de plástico que llevan más diez gramos de pólvora.

La circular de la delegada del Gobierno arenga a los ayuntamientos a colaborar con esta normativa para lograr el cumplimiento de la normativa. Antes de terminar con esa solicitud, hay un repaso por el capítulo sancionador y recuerda que las multas pueden llegar a los 90.000 euros de máximo para las infracciones muy graves. Las más leves pueden alcanzar una cuantía de 300 euros.

En los servicios de urgencias de los hospitales granadinos se suelen recibir a menores afectados por la explosión de petardos en estos días. Lo más normal son las quemaduras en la mano, pero a veces se han registrado problemas mayores como pérdidas de ojos e incluso de falanges de la mano.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios