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Imagen del incendio de este martes en Motril. :: JAVIER MARTÍN
Los bomberos inspeccionan la zona del incendio, que fue "provocado"
COSTA

Los bomberos inspeccionan la zona del incendio, que fue "provocado"

García Chamorro asegura que todos los indicios apuntan a que el incendio fue intencionado

LAURA UBAGO ,

Jueves, 28 de noviembre 2013, 04:06

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Técnicos forestales de la Junta de Andalucía recorren la zona afectada por el incendio de este martes en Motril para medir cuántas hectáreas ha devastado el fuego. Este miércoles se podían observar las consecuencias del fuego, de la zona de Los Álamos, que se quedó a las puertas de tres cortijos y rozó ligeramente un invernadero. La zona quemada era terreno agrícola abandonado y hasta una escombrera. También el pabellón de los militares, del Eva-9, se salvó por los pelos porque llegó a entrar el fuego, pero los propios militares lo apagaron con rapidez.

La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorró, acompañada por el concejal de Seguridad, Manuel Ballesteros, ha visitado la zona. El sargento del cuerpo de Bomberos de Motril, José Antonio García López, señaló que los bomberos se han pasado toda la noche inspeccionando el terreno quemado y que ya solo hay rescoldos que no corren peligro. También apuntó que tuvieron que tranquilizar a los vecinos que han realizado muchas llamadas durante esta madrugada, aún alarmados. García Chamorro insistió en que el fuego ha sido provocado porque presentaba varios focos.

Cuando los efectivos barrieron por última vez la tierra de ceniza en la tarde del martes, Motril culminó el último episodio en la serie de incendios que han convertido noviembre en un mes negro para la ciudad. Dos grandes fuegos han dejado su huella en el municipio en las semanas precedentes, a los que hay que sumar el que tuvo lugar en un paraje cercano a la rambla del Álamo. La alta humareda alertó a los vecinos poco después del mediodía y puso en marcha el mecanismo de extinción, que se extendió hasta el crepúsculo.

Pero antes de la escena de este martes, los bomberos se han tenido que enfrentar a otros dos grandes fuegos. El primero de ellos tuvo lugar el pasado 4 de noviembre. El fuerte olor de la combustión levantó la alarma entre los vecinos cercanos a Las Zorreras. El viento azuzó las llamas y los bomberos tuvieron que enfrentarse a un fuego más complicado de lo habitual. Sin embargo, fue el originado el día 5 el que dejó imágenes más impactantes por la voracidad del incendio. Los cañaverales cercanos al instituto Giner de los Ríos ardieron y calcinaron varios vehículos. Un incidente aparatoso que mantuvo en vilo a la población durante varias horas.

Factores ambientales, políticos y accidentales

Si bien los bomberos han desvelado las causas de los dos primeros fuegos, los agentes estudian todavía el origen del suceso de este martes. En cualquier caso, el análisis revela la conjunción de varios factores como causantes de la secuencia de incendios. Para empezar, la importancia de las precipitaciones. Los datos hídricos de los dos últimos meses reflejan valores inferiores a la media en la ciudad. La estación de Motril cerró el mes de septiembre con 7,2 litros por metro cuadrado (l/m²), un 26% de lo habitual. Las lluvias tampoco dejaron su huella en octubre. Apenas 2,8 l/m² sobre el municipio cuando en años anteriores alcanzó hasta 44,8 l/m². A la falta de agua se suma la labor del viento. El aire ejerce una tremenda influencia sobre el municipio durante todo el año. Ante esto, las llamas toman una inusitada fuerza, amplían el radio de terreno afectado y complican las labores de extinción.

A los factores ambientales, la oposición suma la negligencia política como otra de las causas. Tras el fuego que consumió los cañaverales cercanos al instituto Giner de los Ríos el 5 de noviembre, el grupo municipal de IU apuntó directamente al equipo de gobierno ante la falta de limpieza de los solares. Según la concejala Daniela Paqué, algunos terrenos se habían convertido «en auténticos cañaverales donde los escombros incontrolados y la suciedad se acumulaban». Por su parte, el PSOE culpó al Ayuntamiento de la situación de algunos espacios de la ciudad. «En Motril, por desgracia, se ha comprobado que no hay un plan de vigilancia y conservación de los solares municipales y lugares con riesgo de incendio», aseguró el edil Francisco Cantalejo.

Más allá de las implicaciones políticas, los factores circunstanciales han jugado definitivamente un papel crucial. La caída de un cable o una colilla mal apagada fueron las chispas que originaron los primeros fuegos del mes según los bomberos. Elementos accidentales que sumados a todo lo anterior han convertido este mes de noviembre en una ardiente pesadilla.

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