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Sandra García expone el plan litoral que volverá a tratarse la próxima semana en unas jornadas en Salobreña. :: MANUEL BÉJAR
La Junta defiende su plan de protección de la Costa para «evitar la masificación»
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La Junta defiende su plan de protección de la Costa para «evitar la masificación»

Asegura que con el bloqueo de 2.000 hectáreas de suelo virgen del litoral granadino se generará «turismo sostenible y de calidad»

LAURA UBAGO

Viernes, 11 de octubre 2013, 06:01

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La Junta de Andalucía -representada por la delegada del Gobierno en Granada, Sandra García y la delegada granadina de Medio Ambiente, Inmaculada Oria- bajó ayer a Motril para explicar y exponer en qué consiste el plan de protección del litoral. El documento, que protege o blinda -según se mire- los primeros 500 metros de la franja litoral, está generando suspicacias en los municipios costeros granadinos que intentan hacer ver que no tienen la misma fisonomía que la costa malagueña o gaditana y que aquí hay zonas todavía en pañales.

Pero desde la otra perspectiva, desde la de la Junta, es esta 'virginidad' la que se quiere aprovechar. «Creemos que el litoral de Granada no se puede masificar, que nuestra Costa no está todavía perdida», señaló la delegada del Gobierno, Sandra García, quien escuchó y rebatió cada una de las protestas de los allí presentes.

En la costa de Málaga, el plan de protección ha llegado tarde y ha podido proteger muy poco; sin embargo, en el litoral granadino se salvarán o se bloquearán -según se mire- 2.114 nuevas hectáreas de suelo que tenía la categoría de urbanizable y sobre las que ya había planeadas más de 1.600 viviendas. Pertenecen a planes parciales que no se han aprobado definitivamente y que por lo tanto, se podrán paralizar.

En Almuñécar se blinda el SUS-06, en la primera línea de la playa de La Herradura y los suelos urbanizables, aún sin desarrollar de Barranco de Enmedio, Barranco de Cabria, Cotobro y Las Tejas. En Salobreña se protege el denominado sector SUE TR-L, 4, 37 hectáreas de terreno en Las Laderas y en Torrenueva los terrenos de vega denominados TOR3, donde estaba prevista la construcción de un hotel y 344 viviendas. Por último en Albuñol, se prohibe la construcción en el acantilado que se genera en el contacto de la Sierra de la Contraviesa con el mar, un total de 2,80 hectáreas donde se preveía la construcción de 92 viviendas.

La Junta entiende que el plan «apuesta por el desarrollo sostenible» y que gracias a él se generará «un turismo de calidad». Sandra García se refirió a este plan como «una herramienta de planificación que permite un crecimiento urbanístico siempre ligado a la sostenibilidad y al respeto al medio ambiente».

La delegada del Gobierno señaló cómo hay dos costas bien diferenciadas en nuestra provincia. Una turística e intensiva al Oeste, que concentra la mayor parte de los desarrollos turísticos y en la que «se ha de proteger los frentes no ocupados» y otra agrícola y natural al Este con la topografía accidentada que ha dificultado los desarrollos urbanísticos extensivos y en la que «se tiene que actuar para proteger el paisaje y evitar los riegos de erosión». Por otra parte, hizo referencia a la vega del Guadalfeo que combina la agricultura intensiva, el turismo y la actividad asociada al puerto de Motril. «No es que se cierre la Costa y no se pueda construir nada, hay usos compatibles», indicó García haciendo mención a los hoteles y camping.

Pero hay algunos municipios que no entienden esta «sobreprotección» y que batallarán a través de alegaciones para tumbar el plan. Es el caso de Carchuna donde «protegen 500 metros donde ahora mismo hay invernaderos y donde no se va a poder construir nada. ¿De qué vamos a vivir en el futuro si no es del turismo?», se pregunta la alcaldesa pedánea Concepción Abarca, que pide que valoren el caso de cada municipio en concreto. También alegará el Ayuntamiento de Motril porque aseguran que «no comparten la filosofía» del plan litoral. «Nos afecta mucho al desarrollo y vamos a pagar el pato nosotros», indicó el concejal de Urbanismo motrileño, José Luis Chica, que señaló que para ellos el proteccionismo es excesivo.

Ordenar el suelo

Tampoco está de acuerdo Almuñécar, que pide que dejen al propio Ayuntamiento «ordenar el territorio». El concejal de Urbanismo, José Manuel Fernández, apuntó que enviarán alegaciones pero que sobre todo, quieren ser escuchados porque entienden que las zonas verdes son compatibles con el desarrollo. «El PGOU contemplaba unos planes y ahora nuestros ciudadanos no pueden perder esos derechos», aseguró el edil, que garantiza que están escarmentados de grandes edificios.

A Salobreña apenas le afecta y su alcalde, Gonzalo Fernández Pulido, adelantó que ya tienen aprobados los planes parciales y que está en tramitación la adaptación del PGOU al POTA. «Por tanto ahora es el momento de reflexionar sobre qué modelo queremos para esa franja del litoral que queda aún sin desarrollar». El primer edil apostó por «dar prioridad a aquellos sectores, turísticos y de ocio, que contribuyen a crear riqueza y empleo, huyendo del modelo anterior que destinó la primera línea de playa exclusivamente a uso residencial».

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Motril, Ángel Gijón, apuntó a la delegada que en paralelo a este plan habrá que diseñar cuál va a ser el modelo económico y productivo de la Costa granadina.

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