La mujer que presuntamente asesinó a su marido en Charches quiso quemar el cadáver

Los mismo medios indicaron que el asesinato pudo producirse la madrugada del domingo al lunes, ya que fue entonces, según aseguraron vecinos de la calle Triana de Charches, cuando escucharon dos disparos. Al parecer, Francisco Medina, trabajador del Infoca de 48 años, se encontraba en ese momento acostado en su cama, cuando, supuestamente, su esposa le descerrajó dos tiros en la cabeza con una escopeta de caza. El hombre falleció en el acto.

Después, su cuerpo habría sido trasladado hasta un nave de aperos en la que la víctima guardaba animales. Fue allí en donde la supuesta homicida habría encendido una hoguera para intentar hacer desaparecer el cadáver. No lo consiguió y, siempre presuntamente, haría trasladado los restos mortales de su pareja hasta el paraje conocido como Cuesta de los Hoyos, un lugar frecuentado por cazadores del municipio y situado a unos mil quinientos metros de distancia de la aldea de La Rambla del Agua.

En un apostadero de cazadores y aprovechando una especie de barranquera utilizada como comedero de las perdices, habría arrojado el cadáver. Después lo enterró con piedras.

Posteriormente, los compañeros de trabajo de la víctima se llegaron hasta el domicilio para interesarse por las razones por las que no había acudido a su puesto y su esposa les habría respondido que sí había ido al tajo. Pero en la casa estaban su motocicleta y el coche.

Las hijas y el yerno que residen en la misma casa donde, presuntamente, se produjo el homicidio, no escucharon nada ni sospecharon nada.

«Consternación»

De otro lado, los vecinos de Charches despidieron ayer con gran «consternación» a Francisco Medina. Al entierro, que se celebró la tarde este pasado sábado, acudió «más gente de la que vive en el pueblo», de 400 habitantes, incluidos muchos compañeros del fallecido que trabajaban con él en Infoca, el dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales de la Junta de Andalucía, según detalló a Europa Press el alcalde de Valle del Zalabí, municipio del que depende Charches.

El regidor, Manuel Aranda, destacó que los vecinos se encontraban «muy afectados» y que «nadie en la localidad podía explicarse lo que ha sucedido». Asimismo, resaltó que el sepelio discurrió «sin incidentes», toda vez que en esta población hay muchos lazos familiares y se temía que pudiera producirse algún episodio de «crispación» con motivo del «desagradable» episodio vivido.

Así, indicó que Francisco Medina, al que conocía personalmente, era una «buena persona y nada conflictivo», que residía en Charches con su esposa y sus dos hijas mayores de edad. Fueron ellas las que se pusieron en contacto con el Ayuntamiento pidiendo ayuda en la búsqueda de su padre, que el pasado lunes desapareció en condiciones «extrañas», toda vez que parecía haberse marchado de casa por la mañana en dirección al trabajo sin vehículo y desde entonces no habían podido localizarlo, indicó el regidor.

No fue hasta este viernes cuando agentes de la Guardia Civil hallaron en una cochera propiedad de la familia, situada en el paraje Rambla del Agua a las afueras del municipio, algunos restos biológicos que les permitieron localizar posteriormente el cuerpo sin vida del hombre a varios metros, «tapado» y con heridas de «un disparo de escopeta». Esa misma noche, los agentes de la Benemérita se llevaron detenida a la mujer de la víctima.

Ayer por la mañana continuaron las actuaciones por parte de la Guardia Civil en el lugar, manteniendo la zona acordonada, mientras la mujer de la víctima detenida se encontraba en dependencias de la Benemérita a la espera de pasar a disposición judicial.

Al parecer, y tal y como adelantó IDEAL en su edición del sábado, la presunta homicida atosigaba constantemente a su marido y procuraba no separarse de él.