Malabares para mantener los costosos servicios de las playas

La crisis golpea a las playas y el bañista no entiende de barcos: quiere llegar en pasarela a su rodalillo, pegarse una ducha antes de marcharse y que en la arena no haya ni una colilla. Los ayuntamientos de la Costa se enfrentan a otro verano más en el que tienen que equipar las playas a pulmón. Para hacernos una idea: Almuñécar gasta al año 220.000 euros en el despedregado y limpieza de la arena y unos 80.000 euros en sacar porquería del agua, que se paga aparte. Con estas cifras, es lógico que haya que reciclar equipamiento y que las inversiones sean más que escasas.

La Junta de Andalucía destinaba años atrás sustanciosas subvenciones a las playas que cortó en seco hace con este tres veranos. Esta ausencia de subvenciones ha hecho daño a los ayuntamientos costeros que se las tienen que ingeniar y buscar el dinero de aquí y allá para tener unas playas decentes. Motril llegó a recibir en 2007, más de 500.000 euros y ahora ni uno y claro, se nota la diferencia.

El Ayuntamiento de Motril gasta unos 90.000 euros en seguridad y salvamento y 20.000 en el balizamiento. Durante los años de las ayudas de la Junta, aprovecharon el dinero para surtir las playas de equipamiento y para adaptarlas a los discapacitados. En 2008, se podía invertir dinero en proyecciones de cine, conciertos y espectáculos infantiles. Ahora hay que reciclar el mobiliario y echar mano de la imaginación para salir adelante.

En la playa de Poniente se llevará a cabo un plan de embellecimiento para la mejora y ornamentación de las riberas de acequias y se aumentarán las isletas verdes. Además se colocará nueva señalización informativa en las playas con la programación cultural del verano, incluyendo conciertos, cine, exposiciones... y lugares de interés que visitar, con imágenes atractivas. Una de las grandes novedades será la escuela de actividades náuticas de Playa Granada que vendrá a incrementar el ocio. «Desde el área de Mantenimiento se vuelcan con las playas. Ahora mismo estamos bien, pero pronto empezarán a escasear las pasarelas, así que pido máxima responsabilidad en San Juan y que se cuiden, porque por esas fechas pasan los inspectores de la Q de calidad», señala el teniente de alcalde de Gestión del Territorio, Nicolás Navarro que aporta que ahora las playas motrileñas tienen todos los equipamientos pero que la situación se va resintiendo por la falta de ayudas de la Junta.

Salobreña se enfrenta a un panorama complicado porque apenas tenían equipamiento y a la vez se convirtieron en las playas más visitadas de la Costa, desde que se abrió la autovía. Desde el equipo de Gobierno señalan que cuando llegaron se encontraron con que los anteriores gobernantes habían invertido «poco» en las playas. Además se les echó encima un aluvión de visitantes de un día con los gastos que eso conlleva.

Sin ayudas y tan solo con los recursos propios, desde Salobreña tirarán este año de convenios para poder tener a punto los servicios de las playas. Según cuenta el concejal responsable del área, Manuel Guirado, a través del acuerdo con las concesiones de temporada han conseguido la limpieza de los módulos que cuesta casi 5.000 euros al mes y «estaba fuera de nuestras posibilidades», aclara. A través de un convenio con la asociación de chiringuitos repondrán algunas pasarelas que se han deteriorado.

«Nos encontramos con unas playas a las que no se les hacía tratamiento de la arena y no se limpiaba el agua y ahora se hace a diario», señala Guirado. Para mejorar la accesibilidad de las duchas, cuenta el edil de Playas, se pegarán al paseo; se instalarán dos puestos de masaje y habrá un espacio para windsurf y otros deportes náuticos.

Guirado señala que han tenido que empezar de cero y que irán trabajando poco a poco para que llegue un momento en el que puedan aspirar a distinciones como la bandera azul o la Q de calidad.

Pensando en la zona azul

Para poder invertir, Salobreña necesita recursos y por eso, para este verano, se plantean instalar la zona azul en el paseo marítimo para, además de regular el tráfico y que los aparcamientos sean rotatorios, que los que visitan la playa puedan colaborar con sus servicios.

El concejal salobreñero también apunta que este año se aplicará la ordenanza de playas para evitar las barbacoas, los chambaos o los animales, entre otras cosas. «El año pasado ya llevamos a cabo una campaña informativa, este verano empezaremos a sancionar», explica Guirado que recuerda que quieren evitar comportamientos como es un clásico reservar el espacio con la sombrilla.

En Almuñécar, parten con la ventaja de que, el año pasado, se hicieron inversiones para conseguir la Q de calidad en las playas de San Cristóbal y La Herradura. Así, se adaptaron módulos de discapacitados que no se habían hecho con las medidas correctas, se instalaron duchas accesibles o se aumentó el personal de Protección Civil. En todas estas mejoras se gastaron 60.000 euros.

El concejal de Playas, Luis Aragón expone que ahora el objetivo es conseguir la Q de calidad en las playas de Velilla y Fuente Piedra para tenerla en los cuatro enclaves principales. Todo son gastos, hasta realizar la auditoría costó el año pasado 10.000 euros y este saldrá por unos 7.000. «Cuando tienes un distintivo como la Q tienes que mantenerla, es algo que te obliga a no venirte abajo», apunta el responsable de las costas sexitanas.

Luis Aragón explica que para este verano, harán el esfuerzo de comprar algunas pasarelas que les faltan, entre otros detalles.

También tendrán que gastar dinero en el balizamiento como todos y en la regeneración de la playa de Cotobro en la que el pasado verano ya se gastaron 25.000 euros.

«Hay que hacer el esfuerzo porque las playas son nuestra prioridad. Cualquier cosa que haces la gente la valora y es gratificante tenerlas bien y más un municipio que vive del turismo», explica Aragón.

Reforzar el mantenimiento

En Torrenueva tirarán de mantenimiento para tenerlo todo en perfectas condiciones. «La playa la mantenemos limpia durante todo el año y ahora haremos una pequeña inversión en algunas duchas que han roto los desaprensivos», señala el presidente de la ELA, Manuel Carrascosa que asegura que todo el personal de su anejo se vuelca con la playa que «está como un zarcillo».

Para la ELA de Carchuna y Calahonda resulta muy costoso el mantenimiento de sus playas, según explica la presidenta, Concepción Abarca, sobre todo por los requisitos que se les exige para mantener las banderas azules. «Aun así, seguimos esforzándonos e invirtiendo todo lo que podemos en las playas», apunta.