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ANTONIO MANSILLA
Sábado, 9 de marzo 2013, 17:30
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El entrenador de judo condenado por abusar de uno de sus alumnos ingresó ayer en la cárcel de Albolote después de que el Tribunal Supremo confirmara en enero la sentencia de la Audiencia Provincial que le impone una pena de ocho años y medio de prisión.
Al mediodía se despidió en Atarfe de sus alumnos, amigos y familiares antes de partir hacia los juzgados de La Caleta. Se vivieron momentos de emoción incluso algunos de sus alumnos tuvieron que ser atendidos con ataques de ansiedad.
El profesor tiene una condena firme, pero cientos de vecinos lo han apoyado en los últimos días con manifestaciones. También ayer, arropándole con pancartas en sus últimos minutos de libertad. Han recogido miles de firmas para solicitar su indulto o la suspensión de la ejecución de la sentencia. La plataforma ciudadana quiere además que se repita el juicio y pueda presentar nuevas pruebas.
Amigos y deportistas que han pasado por sus escuelas en los últimos treinta años repartieron ayer impresos por Atarfe, Albolote y Granada. El delegado de su club de judo dice que han reunido ya siete mil firmas. La plataforma argumenta que en el juicio solo se tuvo en cuenta la declaración del menor, «a quien por recomendación de la Fundación Márgenes y Vínculos no pudo explorar el Grupo Emume equipo de mujer y menor de la Guardia Civil de Granada», y la declaración de la madre. «No entendemos que en el proceso judicial la defensa solicitara en reiteradas ocasiones sin éxito acceder al informe psicológico de la Fundación Márgenes y Vínculos y, sobre todo, a las grabaciones en audio o vídeo, que se deberían haber efectuado al menor en el proceso evaluativo de un cuerpo especializado como es el de la Guardia Civil». Según el portavoz de la plataforma, las pruebas jamás se pusieron a disposición del acusado. «Por todo lo expuesto no entendemos cómo se puede condenar a una persona de contrastada y ejemplar trayectoria», concluyen.
Pero el caso es que el Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia que condena al profesor a ocho años y seis meses de prisión como autor de un delito continuado de abuso sexual agravado por el resultado de acceso carnal y al pago de 12.000 euros de indemnización para la víctima.
En 2007, la Fiscalía de Menores remitió al juzgado de instrucción un informe del una psicóloga del equipo de Salud Mental de Atarfe. Una de las pacientes declaró en una de las sesiones que su hijo menor de edad entonces tenía unos 13 años le había contado que su profesor de judo venía abusando de él de manera reiterada.
El fiscal solicitó diez años de prisión en el juicio. La defensa del condenado asegura que su principal testigo no pudo declarar en la vista oral porque se encontraba fuera y no fue posible realizar la videoconferencia.
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