La duquesa de Alba y Francisco Rivera, enfrentados

Francisco Rivera Ordóñez y la duquesa de Alba parecen haber roto su idílica relación. La mujer con más títulos nobiliarios del mundo también iba camino de ganarse el de suegra perfecta incluso mucho después de que el torero y su hija rompieran su relación. El cariño que se profesaban era público y en multitud de ocasiones lo dejaban ver, es más, la duquesa manifestaba en reiteradas ocasiones su deseo de que algún día volvieran a retomar su matrimonio.

Francisco Rivera y la duquesa de Alba han dejado de tener esa vinculación ejemplar y se ha abierto un abismo entre ellos. El motivo, la demanda que el diestro ha interpuesto a Eugenia Martínez de Irujo para solicitar la guardia y custodia de su hija Cayetana. Según distintas informaciones el torero querría que su hija viviera en Sevilla con él, algo que al parecer agradaría a la niña. Sin embargo, este cambio de ciudad no es visto con buenos ojos ni por su madre ni por la duquesa. Siempre espontánea y sincera, Doña Cayetana ya habría manifestado su tremendo enfado por la decisión del torero a sus más allegados.

A pesar de las buenas relaciones que siempre han existido entre Francisco Rivera y la abuela Cayetana, el hecho de que su ex yerno obligue a su hija a declarar ante los tribunales por una demanda, ha sido la gota que ha colmado el vaso e incluso se dice que le ha retirado la palabra.

El hermetismo impuesto por los abogados de la pareja en un tema tan delicado ha sido la tónica desde el momento en que Francisco Rivera interpuso el pleito en contra de Eugenia. Pero ha trascendido que el origen del problema se origina en la hija de ambos, de tan sólo doce años. La niña, que residía con su madre, la quien mantenía la custodia, abandonó el colegio bilingüe al que acudía en Pozuelo de Alarcón (Madrid) para internarse en otro a las afueras de Londres.

Ahora todo apunta a que la pequeña Cayetana no querría volver a vivir a Madrid y desearía mudarse a Sevilla, ciudad de residencia de su padre, donde nació y asistió al colegio sus primeros años. Cayetana Rivera aún no tiene los catorce años exigidos por la ley para decidir con quién desearía irse: con papá o con mamá. De modo que la decisión deberá tomarse en los juzgados.