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M. Á. PEÑALVER
Miércoles, 27 de junio 2012, 11:49
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En la noche de ayer el Palacio de Carlos V acogió la actuación de la cantaora Carmen Linares, que vestida de oscuro, en la primera mitad de su espectáculo 'Ensayo Flamenco 2012' trató de capear con sabiduría lo que el tiempo le ha ido restando a su garganta. A la llegada de la toná El sol, la rosa y el niño, la voz ausente de la artista se despertó por momentos y se puso de acuerdo con el elegante piano de Pablo Suárez.
El espectáculo 'Ensayo Flamenco 2012' recorría creaciones de la jienense, sobre todo las dedicadas a la poesía a través de nombres propios como Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez y Miguel Hernández.
La cantaora muy agradecida por estar en Granada y humilde tras ser obsequiada con la Medalla del Festival de Música y Danza volvió a venirse arriba en Remembranzas, de Juan Ramón Jiménez, tema en que también se lució al completo el magnífico cuadro que la acompañaba, compuesto por dos guitarras, percusión, piano y dos palmeras y coros. El baile de Belén Maya en piezas como 'Asesinado por el cielo' puso una guinda de calidad a lo que se vio sobre las tablas.
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