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Hierbas para la noche mágica
#sanjuangranada

Hierbas para la noche mágica

Ramos de flores aromáticas en la víspera de San Juan, el remedio para conjurar los espíritus

J. E. GÓMEZ

Sábado, 23 de junio 2012, 18:44

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Si quieres tener un buen año, conquistar a una chica, alejar el mal de ojo y olvidar tus penas, la víspera de San Juan brinda las mejores oportunidades. Además de las hogueras, la noche más corta del año cuenta con otras muchas tradiciones que tienen en la naturaleza y, sobre todo, en las plantas, la base para lo que se desea. Es la noche de las hierbas mágicas, de los ramos de flores silvestres colocados sobre los quicios de puertas y ventanas a los que en algunas localidades del interior de la provincia de Granada y otras zonas de Andalucía se les llama enramás, de las flores o ramas de árboles y arbustos, situados en puntos estratégicos para dejar mensajes a la mujer que amas o que odias.

Al amanecer de hoy, y a última hora de la tarde, grupos de personas recorren caminos y lugares cercanos a zonas húmedas y bosques en busca de plantas con las que elaborar sus ramos. Todos buscan especies aromáticas, salvias, lavandas, romeros, mejoranas, mastranzos, tomillos, pero, sobre todo, hipéricos (Hypericum perforatum), una especie de largo tallo coronado de un ramillete de flores amarillas a la que conocen como Hierba de San Juan (una denominación que comparte con otras seis especies, aunque esta es la más reconocida como tal en la totalidad de la Península Ibérica y en la provincia de Granada). Junto a los hipéricos, buscan otras que tienen una denominación similar: la Hierba sanjuanera (Galium verum), a la que también llaman cuaja leches, que suele crecer en los mismos espacios donde se encuentran los hipéricos, que pueden estar en zonas de media montaña junto a puntos con agua o humedad, e incluso al borde de los caminos. Se pueden encontrar con facilidad en la ribera del Genil cerca de la ciudad, en la sierra de Alfacar e incluso entre peñas y dehesas de la comarca de los Montes Orientales.

Cosas de brujas

El hipérico, la hierba de San Juan, a la que en algunos lugares llaman leña de brujas y flor de cruces, tiene una serie de propiedades que la hacen la más adecuada para una noche que se considera mágica y muy especial. Es una especie con propiedades esotéricas, ya que, según dicen quienes las usan, espanta bruja y demonios, y como todas las plantas que se recolectan para hacer los ramos sanjuaneros tiene propiedades mágicas y curativas que se potencian si se cogen por la mañana, cuando aún tienen gotas de rocío, o por la tarde, cuando empiezan a despertar tras el letargo provocado por el calor de toda la jornada. Un incremento de poderes que se hace patente, sobre todo, en la víspera de San Juan. Existe la creencia de que la Artemisia (manzanilla) posee su máximo poder mágico y curativo en esta época, entre el fin de la primavera y el inicio del verano. La Artemisia recolectada por la noche es un eficaz amuleto contra toda clase de embrujos y hechizos. De hecho, en zonas rurales del interior de la provincia, especialmente en la Alpujarra, se elaboran coronas de manzanillas que se cuelgan en el interior de las casas y se dejan todo el año para alejar a los espíritus.

Las enramás se pueden hacer con diferentes combinaciones de plantas, pero las más habituales son las que tienen las siete hierbas, que en algunos textos de historia de las tradiciones se consideran como las plantas sagradas y mágicas de San Juan. Son salvia, milenrama, crisantemo de los prados, hiedra trepadora, rusco, artemisia e hipérico. Todas ellas son fáciles de encontrar excepto el rusco, que solo está en zonas umbrías y de ribera, y cada vez es más escaso; y además no debe cogerse porque es una planta protegida. Para la efectividad de los ramos de hierbas bastará con algunas de ellas, no es necesario que estén todas.

El ramo que elaboramos en este reportaje es sencillo y accesible. Todas las plantas han sido recolectadas junto a carreteras y caminos en la sierra de la Alfaguara. Está compuesto por salvia, hipérico, crisantemos de monte (margaritas pequeñas), hierba sanjuanera, milenrama, tomillo y mejorana.

La forma de actuar es siempre la misma. Se recolectan las plantas, se hacen los ramos y, antes de las hogueras, se colocan sobre las puertas, donde en teoría hay que dejarlas todo el año, ya que el ramo viejo, ya seco, es el que se quemará en la hoguera. Con estos gestos se eliminan los males del año (el ramo ya seco) y se reavivan los buenos deseos (el ramo recién cortado)

La guinda de estos ramos y de las plantas que se pueden colocar en las casas para su protección durante todo el año se le pone con una curiosa planta que crece, sobre todo, en pinares: la cuchara de pastor, Rhaponticum coniferum, a la que también llaman Piña de San Juan, que entra dentro de las categorías de plantas mágicas.

Aunque en la mayoría de los pueblos donde se celebra de forma especial la noche de San Juan, con hogueras, agua y fiestas, los ramos de plantas aromáticas se utilizan para colocarlos en las puertas y en las casas, en algunos sitios se ponen en remojo durante la noche y junto a las hogueras. El agua, que ha recibido las esencias de las plantas aromáticas, se empleará como perfume a la mañana siguiente, después del frenesí de la noche más pagana del año.

Entre las frutas también hay algunas propias de esta época, como las peras sanjuaneras y las cerezas, que se comen al calor de las hogueras.

El catálogo de especies vegetales a las que se asocia con rituales de brujería, tienen propiedades sanadoras o potencian la adivinación, es muy extenso. Desde los druidas del norte de España y Europa en los albores del siglo II y III, los magos de procedencia oriental y los sanadores árabes y judíos, hasta los nuevos santones y visionarios del siglo XX, las cualidades de las plantas se incrementan la noche de San Juan.

No hay una base científica que lo sustente, pero al tratarse del momento del año en el que el día es más largo y la noche más corta, la mayor insolación y las temperaturas más homogéneas entre las horas de luz y las de oscuridad, los elementos químicos que contienen estas plantas, se encuentran en su máximo apogeo.

Lo dicen las brujas.

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