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Flamenco del 'raro, raro'
CULTURA-GRANADA

Flamenco del 'raro, raro'

El bailaor Gero Domínguez se atreve con la danza contemporánea, el arte más ortodoxo, el heavy metal y el rock en un espectáculo que llega a Granada el miércoles

ÁNGELES PEÑALVER

Sábado, 14 de abril 2012, 13:30

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Gero Domínguez (Málaga, 1985) es un bailaor flamenco que igual se mete en profundidades y jonduras que igual recuerda a Michael Jackson encima de las tablas. En resumidas cuentas: que no deja indiferente.

El próximo miércoles 18 de abril (21.00 horas) llega al Teatro Alhambra de Granada con su compañía, bajo un cartel luminoso en el que se puede leer FundaMETALmente Flamenco, un espectáculo que repasa la historia de este arte, utilizando como hilo conductor los sonidos del metal. La danza contemporánea, el flamenco más ortodoxo, el heavy metal y el rock se unen sin complejos para dejar paso a un baile libre y personal.

Una de esas propuestas raras, raras que cuenta con la inestimable presencia de la voz y la guitarra de Manuel Molina Jiménez (Ceuta, 1948). Sí, como lo leen, Manuel Molina, la exmitad de Lole, ella, una de las mejores voces femeninas que ha dado el cante andaluz.

Al señor Manuel no le viene en grande lo de arriesgar, que él puso la nota flamenca en Smash y montó un dúo (hippy-flamenco) con su esposa. Juntos no se cortaron en dar alas al contenido de sus canciones, a devanear con lo árabe, a la investigación musical...

Pero volvamos a Gero Domínguez, que ha escogido la tierra del chavico para el arranque de su periplo nacional. El joven valiente, no hay que negar el delirio, ya apuntaba maneras cuando comenzó a tomar clases en 1995 con Andrés Marín (padre) y Antonio Canales. Su sino estaba marcado como rupturista en color bien rojo, como sus zapatos, y en los años posteriores desarrolló su formación artística junto a Israel Galván, Manuel Betanzos, Juana Amaya, Isabel Bayón y Ángel Atienza.

En un nuevo quiebro, su carrera profesional comenzó en el año 2001, junto a Marifé de Triana, con la que participó como miembro de su cuerpo de baile en un montaje en el Lope de Vega, de Sevilla.

Y fue dando diversos y certeros pasos hasta que en 2006 se embarcó en una gira por Finlandia como bailarín principal en Flamencomania. Tres años más tarde ya presentó su trabajo como coreógrafo y bailarín en París, compartiendo cartel con La Farruca. Y poquito después emergió como solista en la ópera Carmen, del inclasificable Calixto Bieito.

Los espectadores tienen ahora la última palabra o el último signo... porque FundaMETALmente Flamenco es el primer show de este tipo accesible para personas con discapacidad auditiva.

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