Ingenieros advierten en Granada que salir al extranjero no es una decisión a corto plazo, sino "una carrera de fondo"

Ingenieros asistentes al XI Encuentro Ingeniero y Joven Internacional celebrado en Granada han destacado que la internacionalización de la trayectoria profesional no es una decisión a corto plazo, sino "una carrera de fondo".

Así lo ha subrayado Alberto Bodallo-Ruiz, directivo de Aertec Solutions y estudiante de MBA en la London Business School, que ha advertido de las dificultades de aprendizaje del idioma que conlleva la salida al extranjero y ha lamentado que en ocasiones los estudiantes no se planteen esta cuestión hasta los últimos cursos.

Aunque la formación sea excelente, un profesional "no sirve si no conoce el idioma, porque no es independiente", ha enfatizado.

"Es difícil que un niño con 12 años sea consciente de esto, y por eso quizás es una tarea de la sociedad y de los padres", ha señalado Bodallo-Ruiz durante su intervención en esta jornada en Granada, donde ingenieros titulados de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos que han optado por la internacionalización han contado sus "recetas" para tener éxito fuera.

"El ingeniero español tiene, por lo general, una formación excepcional para la resolución de problemas, pero hay que saber vender esta capacidad", ha apuntado José Cordovilla Márquez, director y socio de Solvere y con varios años de experiencia en Inglaterra, quien también ha resaltado la necesidad de "saber comunicar de forma eficiente y sencilla".

Paloma Muñoz García, directora técnica de OHL en Norteamérica y Canadá, ha recomendado complementar los estudios, además de con idiomas, con una formación económica y de dirección y ha recordado que salir al extranjero es "una elección de forma de vida" y "hay que saber lo que implica".

Además, Muñoz García ha señalado que las condiciones fuera son "mejores que en España", aunque no tanto como hace unos cuantos años, ya que ahora hay mucha gente con experiencia dispuesta a irse.

En este sentido, el decano del Colegio de Ingenieros, Canales y Puertos de Andalucía, Ceuta y Melilla, Abraham Carrascosa, ha recordado que en 2008 el paro en esta profesión era "cero", mientras que ahora de los 3.500 colegiados en Andalucía, el 10% no tiene empleo.

Carrascosa ha subrayado que la formación de un ingeniero le cuesta a la sociedad española "entre 60.000 y 70.000 euros" y ha considerado que si no se aprovecha este capital humano, este dinero "se está tirando a la basura".