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El absentismo escolar en Primaria es ligeramente superior al de Secundaria en estos momentos :: ALFREDO AGUILAR
Condenadas quince familias porque sus hijos faltan a clase
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Condenadas quince familias porque sus hijos faltan a clase

El esfuerzo para combatir el absentismo escolar ha rebajado esta lacra al 1,4% del alumnado matriculado en etapas obligatorias

JOSÉ R. VILLALBA

Sábado, 10 de diciembre 2011, 01:12

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Acudir a la escuela entre los 6 y 16 años es obligatorio en este país, no hacerlo se puede convertir en un problema con consecuencias penales cuando la falta es reiterativa. Solo en Granada, los tribunales de Justicia han dictado quince sentencias condenatorias contra las familias de escolares que pasaban más tiempo fuera del colegio que dentro entre 2010 y 2011. Nueve de estas condenas se dictaron el pasado curso y en el primer trimestre del presente ejercicio escolar ya se han notificado otras seis, según los datos facilitados por la delegación provincial de Educación. Las familias penadas forman parte de los casos más extremos detectados en las aulas granadinas y se les considera culpables por incumplir el artículo 226 del Código Penal sobre dejación de funciones familiares con los hijos. Traducido: el abandono de los menores no solo pasa por no alimentarlos o no procurarles un techo donde vivir, sino también por no preocuparse por su educación.

Las quince condenas dictadas desde Granada en apenas año y medio no han conllevado penas de cárcel o arrestos domiciliarios, solo multas económicas. Este tipo de hechos pone de relevancia el interés de la administración educativa y judicial para combatir lo que durante muchos años era una lacra para el sistema educativo: el absentismo escolar, la negativa del alumno a acudir al aula. En estos momentos, el problema del absentismo afecta al 1,4% de la población escolar comprendida entre los 6 y 16 años, unos mil alumnos. Pero tan solo hace cinco años, en el curso 2005-06, la medida de menores absentistas se elevaba al 12,1%, es decir, doce mil escolares, siempre según los datos manejados por la delegación provincial de Educación.

«La prioridad en los tres últimos años ha sido combatir el absentismo escolar, ello nos ha permitido mantener en el sistema educativo, una vez terminada la etapa obligatoria, a muchos adolescentes», apunta Emilio Vela, coordinador provincial del área de Compensación Educativa. Detrás de este afán por educar a los menores granadinos hay mucho dinero puesto encima de la mesa, pero sobre todo mucho trabajo bien coordinado entre profesorado, organizaciones no gubernamentales, familias y Administración. Solo en el pasado curso, Educación repartió 147.000 euros entre los ayuntamientos de la provincia y 98.000 euros a oenegés como Fundación Secretariado Gitano, Anakerando,Romí, Alfa o la Federación de asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, entre otras. Y en este dinero no se incluye la contratación de más profesorado en aquellos centros educativos con planes de educación compensatoria, refuerzo escolar o desdobles. Pero el dinero no lo es todo, hace falta mucha voluntad y ganas de ayudar a estos chavales que no encuentran motivación alguna en el aula para quedarse en clase.

Un ejemplo del trabajo bien hecho está en el instituto de enseñanza Secundaria La Paz. Hace algo más de dos años, el número de adolescentes que no acudían al aula estaba por encima del 50%.

No hay expulsiones

«Ahora nos encontramos en torno al 26%, para nosotros se ha convertido en un objetivo prioritario.Hemos cambiado mucho la forma de trabajar, hay un gran acercamiento con las familias, si ellas no vienen al centro para hablar con los profesores, nosotros vamos a sus casas. Las expulsiones las hemos cambiado por castigos educativos, como tareas de limpieza o arreglo de materiales. La motivación del alumnado es fundamental, por ello hemos introducido talleres en las aulas, por ejemplo tenemos uno de música flamenca y hemos potenciado bastante la educación física.Pero quizás lo más importante es el trabajo coordinado que hacemos con otras organizaciones sociales del barrio, así como con los servicios sociales. Lo que parecía imposible hace un par de años estamos viendo que está dando muy buenos frutos». Las declaraciones son del director del IES La Paz, Juan de Dios Gayoso, el centro educativo que más absentismo escolar ha registrado en esta provincia durante mucho tiempo, ubicado en la barriada de La Paz, donde la tasa de paro registrado supera el 70%. En esta barriada tener trabajo no es una suerte, sino un milagro.

El absentismo escolar tiene tres escalones: el más básico o preventivo que se trabaja desde la escuela, el de segundo nivel que se pone en manos de los trabajadores sociales; y el más extremo que se deriva a los órganos judiciales. En este último nivel correspondiente a los casos más complicados hay ahora mismo 27 casos en manos de la Fiscalía. «Absentismo puede haber en cualquier parte, aunque las más castigadas coinciden con la Zona Norte de la capital granadina, Zaidín, Loja,Pinos Puente, Motril e Iznalloz. Se da tanto en hombres como en mujeres.Y no hay un perfil único del menor absentista: uno se puede encontrar desde el alumno de clase media alta hasta el perteneciente a una familia sin recursos y con un grado desestructuración importante, pasando por el absentismo escolar de tipo temporero», explica Emilio Vela.

El instituto de enseñanza SecundariaVeleta, ubicado en elZaidín, tiene un 65% de escolares inmigrantes. «Tenemos 81 alumnos matriculados y solo tres son absentistas. Damos una atención individualizada a estos menores, procurando que encuentren una respuesta satisfactoria a sus necesidades en el centro escolar. Trabajamos mucho el tema de la convivencia y parece que el tiempo nos está dando la razón por esta forma de trabajar», señala la directora de este IES, Purificación Manzano. Un centro que cuenta con una plantilla de 21 profesores.

Estos datos reflejan que el absentismo en esta provincia está en vías de extinción, algo impensable hace tan solo una década. «Nuestro objetivo siempre será dejarlo a cero».

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